EXPOSICIÓN CON FOTOS DE BODA

Del 15 de agosto al final de las fiestas se mostrará la colección de "fotos de boda" que está reuniendo Vicenta Marco con la ayuda de cuantos quieran prestar esos testimonios tan fundamentales en la vida de los matrimonios. Foto de boda de los bisabuelos, los padres, de parejas ya desaparecidas o de los últimos en casarse; da igual que sean de estudio refitolero que de máquina instantánea de usar y tirar. A sí podremos reconocer parecidos y ver cómo ha ido cambiando la vestimenta, las galas, el peinado, las fisonomías, el susto, la naturalidad o la colocación ante el fotógrafo.

En el acto de la boda no solía haber fotógrafo hasta fecha reciente. El acontecimiento pasaba (una vez decidido el casorio) por la capitulaciones matrimoniales, que concluían estampando la relación de bienes que se entregaba a los recién casados -descrita en la hijuela-, con aportaciones tan curiosas como "un celemín de cebada" o dos pedugos y un gorro de dormir". Había que pasar las 3 amonestaciones de los 3 domingos previos, el segundo con el convite a cañamones, anisillos y vino; luego venía la boda, el chocolate, los bailes, juergas y cencerradas si era menester, los regalos y, unas veces pronto y otras andando el tiempo, se hacía el viaje hasta Calatayud, Molina o la capital para echarse las fotos de boda. En ocasiones pasaban meses y el fotógrafo tenía que ingeniárselas para que en la foto de recién casada no se notase el embarazo. En muchos casos nunca habría fotos de boda.

PESAR EL CERDO "A LIGA"

Pesar un cerdo vivo es una tarea muy difícil, casi imposible sin el concurso de varios hombres forzudos que, por otra parte, tenías que estar en el campo o con las ovejas.

Sin embargo, las mujeres de estos pueblos sabían cómo calcular, ellas solas, el peso de los cerdos que querían vender o que iban a sacrificar en las matanzas. LO hacía con una de sus ligas. Estas ligas eran unas tiras de tela que medían vara y media (1,253 m., siguiendo la guía de la vara presente en la fragua, 1 vara=836 mm.).

Medían la longitud del cerdo, de la cabeza al rabo, y el contorno de la panza en su punto máximo. La medida, dicen, es la misma. Cuando esta medida alcanzaba la vara y media, se trataba de un cerdo de diez arrobas (115 kg.), idóneo para el sacrificio o la venta. Cada dedo que sobraba de la liga suponía una arroba más de peso y cada dedo que faltaba una arroba menos.

VERSIÓN ORIGINAL

"Antiguer, murrio y asobinao zonrritonteaba desenrunando a tentones la cámara, entre teguillos y pajuzo, cuando capucé en una anguera colmada de regatendas".

Con esos palabros, vengan o no en los diccionarios, se podía haber expresado cualquier labreño no hace muchos años para decir… ¿qué? El juego consiste en averiguarlo y escribirlo con palabras que hoy pueda entender todo el mundo.

Cada uno de esos vocablos, y su significado, figuran en el Diccionario de palabras típicas de Labros -y, a veces, también de lugares cercanos- que sigue preparando Mariano Marco, después de sus averiguaciones y de las distintas entregas y comentarios recibidos de amigos, conocidos e incluso desconocidos de buena voluntad. Ya lleva recogidas y reseñadas más de mil.