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| Los Mendieta
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | El historiador y jesuita Pedro Abarca (Jaca 1619-Valencia 1693) escribió Los Reyes de Aragón en Anales históricos en dos partes. La primera, dedicada a Carlos II, se publicó en Madrid en 1682 y la segunda, dedicada a la duquesa de Segorbe, en Salamanca en 1684. En el tomo primero, tratando de la toma de Calatayud el 24 de junio de 1120, dice que el Fuero de Calatayud era del mismo mes y año, nombrándose en él a varios ricos hombres y caballeros. Muchos habían venido de tierras del norte, como los navarros Muñoz de Pamplona, Funes o Azagra, que serían señores de Albarracín. Pronto se agruparían en parroquias y así en Calatayud se levantó San Pedro de los Francos y en Zaragoza San Miguel de los Navarros.
También eran navarros los Sanz de Cortes, luego marqueses de Villaverde. Otras familias llegaron a Aragón de las Vascongadas, como los Abad, o los infanzones Martínez de Villela, que pasaron a residir en Calcena, y los Mendieta, que residieron en Aguarón.
En las Cortes celebradas en Zaragoza en 1677-1678, el representante del brazo o estamento de Caballeros e Hijosdalgo, Domingo Crespo, domiciliado en Maluenda, solicitó un Rey de Armas para Aragón. Consideraba que siendo Aragón un reino "de los principales de España", debía tener un rey de armas, pues la labor del cronista no era suficiente, pues "es sin noticiar el origen de la nobleza ni la razón de sus armas", pues "es cosa indigna que muchos, osadamente, abrrogan a su prosapia las armas de muchos nobles y caballeros por no haver quien lo impida". Con ello "la nobleza y blasones de las casas y solares de este Reyno lograrán gloriosamente en las regiones estrañas por todo el orbe noticiosa forma de su origen y principios esmaltados con las azañas de su mayores, escritas y rubricadas con la sangre de sus venas en servicio de nuestros ínclitos Reyes". Pero la propuesta no cuajó, tampoco aquella de 1547 que trataba la creación de la figura oficial de Cronista de Aragón, con lo que se perdieron, además de los estudios históricos, un armorial oficial de Aragón.
Como los infanzones no pagaban el maravedí, eran frecuentes los litigios entre estas familias, que querían conservar sus derechos, y los Ayuntamientos. Así ocurre con los Yepes de Saviñán en 1759 y con los Mendieta de Aguarón en 1741. Aguarón perteneció al Monasterio de Trasobares hasta 1837. Como entonces los Mendieta debían probar su nobleza, Pedro de Mendieta Polo envió a Vizcaya a Miguel Mendieta, quien halló la casa de los Mendieta en el Consejo de Ajanguiz, parroquia de Santo Tomás de Arrazúa, junto a la villa de Guernica.
El linaje de los Mendieta se remontaba hasta Juan Martínez de Mendieta, que había casado en 1565 con María Sahez de Gorritez. Un hermano de éste, llamado Pedro, era abuelo de Braulio Mendieta, que siendo vecino de Zaragoza en 1646, había probado su infanzonía en la Real Audiencia de Aragón. El hijo de Juan Martínez de Mendieta, llamado Ramón, nacido en 1568, casó en Aguarón y en 1589 con Ana Texero, siendo testigo Gaspar Monterde. Su hijo Francisco, nacido en 1615, casó en 1636 con Polonia Aguarón. Francisco Mendieta Aguarón, nacido en 1636, casó con María Almaluez, siendo padres de dos varones, Pedro Vital, nacido en 1667, y José Columbano, nacido en 1673. Pedro Mendieta Almaluez casó con Rosa Polo, teniendo dos hijos: Pedro que casó con Inés Navarro, padres de Pedro Joaquín (1734) y Cristóbal (1737), y Francisco, que casó con Sebastiana Lanao, padres de Tomás Francisco (1737). José Mendieta Almaluez casó con Isabel Luesma, siendo padres de José Narciso (1718), Juan Francisco (1722) y Antonio Mariano (1729). Estas últimas generaciones se presentaban como herederos legítimos de los derechos de infanzonía de la familia vasca de los Mendieta.
Los Mendieta emparentaron con otra importante familia de Aguarón, los Monterde, a la que perteneció el prior del Santo Sepulcro de Calatayud, Miguel Monterde y López de Ansó (1730-1791), a quien Aguarón debe la construcción de la iglesia de San Miguel Arcángel, inaugurada en 1770. Latassa señala que el prior Monterde era sobrino del canónigo Monterde y Mendieta, colegial del Colegio Mayor de Alcalá y catedrático de su Universidad. José de Roxas y Contreras, en su libro Historia del Colegio Viejo de San Bartolomé Mayor de la célebre Universidad de Salamanca, Segunda parte, Tomo primero, que vio la luz en Madrid en 1768, citaba al canónigo de Zaragoza Martín Monterde y Mendieta, que antes había ocupado la plaza de magistral en Ciudad Rodrigo, como uno de los sujetos distinguidos del Colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá.
En 1725 casó Ana Monterde y Mendieta (1703-1770), hija de José y de Teresa, con el infanzón de Saviñán Juan Jerónimo Martínez Ferrer (1704-1767). Los Mendieta emparentaron también con los Villanueva, familia de Illueca, que residió por algún tiempo en Saviñán, donde emparentó con los Gracián. Ignacio Villanueva casó en Aguarón en 1733 con Teresa Mendieta Cabrera y Teresa Villanueva casó con Bernardo Gracián y Val (1690-1756). El resto de los hermanos casaron en Saviñán. Manuela Villanueva lo hizo en 1729 con Miguel García, Felipa Villanueva en 1751 con Francisco Villalba y Miguel Villanueva, que fue por algún tiempo escribano de Saviñán, casó con Teresa la Raga de Sestrica en 1743. Todos ellos eran hijos de Gregorio Villanueva y Antonia Lafuente, de Illueca.
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