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Federico Crespo Lozano
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | En mi artículo "Saviñán 1936-1939 (y III)", publicado en el número 55 de Enebro, aparecía una fotografía de la pirámide del cementerio municipal de Saviñán, con un pie de foto equivocado, pues esta pirámide nunca sirvió de fosa común, sino que pertenecía a la familia Crespo, según recogía una placa de cerámica que se retiró cuando el Ayuntamiento la rehabilitó, siendo alcaldesa Lola Campos (1991-2003).
La pirámide del cementerio era propiedad de Federico Crespo Lozano, que fue notario de Saviñán. Mi abuela contaba que la mandó levantar al final del viejo cementerio, pues sabía que, tarde o temprano, se tendría que ampliar y quedaría en medio, como así ha ocurrido.
Entrado al cementerio por la puerta de arriba y bajando a mano izquierda, encontramos la vieja sala de autopsias, junto a un puesto que sirve de osario. Por el Archivo Parroquial sabemos que el 7 de abril de 1891 se dio cristiana sepultura en el camposanto de Saviñán, al cuerpo de Benito Aguilera Hernández, de Calatayud. Tenía 25 años y estaba casado con Asunción Gormaz Ibarra, de Mara. Benito había muerto el día 6, alrededor de las cuatro de la mañana, a consecuencia de una hemorragia causada al ser arrollado por el tren en la partida de Carcenique, en el kilómetro 260. Por el Archivo Gracián conocemos los gastos del Ayuntamiento en el ejercicio 1890-1891. En él se anota que el día 12 de abril de 1891 se habían pagado 1,25 pesetas por los derechos del sepulturero y 7,50 pesetas por seis jornales, a razón de 5 reales cada uno, a los que habían cuidado el cadáver de Benito Aguilera. Era costumbre que los quintos del año llevaran a cabo este velatorio.
A mediados del siglo XIX aparece citado como notario de Saviñán Ramón Lafuente. Podría tratarse de Ramón Lafuente Gumiel (1794-1872), hijo de Joaquín y de Saba, que casó con Mónica Figueras y Dalmases, de Batea, Tarragona. Entre 1816 y 1831 eran padres de siete hijos, entre ellos de José Lafuente Figueras, que casó en 1869 con Leonor Soriano García, siendo padres de Miguel, 1877, que casó con Pascuala Costea en 1916 y fue secretario del Ayuntamiento de Saviñán, y de Félix, 1879, que casó en 1913 con Joaquina Sarto.
Ramón Lafuente Gumiel morirá el 10 de junio de 1872, a los 78 años, a consecuencia de un asma aguda. Le sucedió en la notaría Federico Crespo Lozano, quien ingresa en la Cofradía de santa Lucía en 1873, pagando los 16 reales estipulados. Será prior de esta Cofradía en 1875 y 1895.
Por el Padrón parroquial de 1870 sabemos que Federico Crespo no vivía aún en Saviñán. El siguiente padrón es de 1877. En este año Federico Crespo, de 36 años, vivía en el número 79 de la calle Mayor, con su esposa Victorina Puerta, de 37 años, y sus hijos Ignacio, Genaro y Francisca. En el número 76 de la calle Mayor vivía la viuda del notario Ramón Lafuente, Mónica Figueras.
En 1878 se bautizaba a un hijo del matrimonio Crespo-Puerta llamado Tomás. Por su partida de bautismo sabemos que su padre había sido parroquiano de san Andrés de Calatayud y su madre era natural de Ezcaray, Logroño. Sus abuelos paternos se llamaban Manuel Crespo, de Maluenda, y Águeda Lozano, de Calatayud. Los maternos eran Genaro Puerta, de Sigüenza, y Manuela Rodríguez, de Soria.
En 1884 el notario vivía en la calle Laureles, nº 8. El 28 de julio de 1885 moría Victorina Puerta, de 46 años de edad, a consecuencia del cólera indiano, dejando 40 pesetas por su alma. Todo hace suponer que Federico Crespo levantara la pirámide del cementerio para acoger el cuerpo de su esposa.
En 1888 encontramos la partida de bautismo de Ramona María Pilar Crespo Delgado, debida a mosén Ignacio Crespo, coadjutor de Tobed. Sus padres eran Federico Crespo y Juliana Delgado, de Alcalá de Henares. Sus abuelos maternos se llamaban Juan Delgado, de Viver de la Sierra, y Josefa Colomer, del mismo Alcalá. El nuevo matrimonio vive en 1889 en la calle Laureles nº 8, con un hermano de Juliana, llamado Pedro Delgado Colomer, y los hijos del anterior matrimonio del notario: Genaro, Francisca y Tomás, pues Ignacio ya se había ordenado sacerdote.
En 1893 morirá Ramona María Pilar Crespo Delgado, en 1894 se bautizaba a Joaquín Crespo Delgado, que morirá en 1897, y en 1895 fallecerá Francisca Crespo Puerta, que contaba con 19 años. En septiembre de 1897 fallecerá Juliana Delgado Colomer, esposa del notario. Del padrón de 1897 se pasa a 1903 y en este año ya no vive en Saviñán la familia de Federico Crespo. Sus hijos mayores mosén Ignacio y Genaro viven en la calle Laureles nº 12, con una criada de 60 años, Pascuala Gascón.
En la restauración llevada a cabo en el que fuera órgano parroquial de Saviñán, obra de Jusepe de Sesma fechada en 1692, que fue comprado por Ibercaja, se encontró un escrito a lápiz en el conducto general que decía: "Trasladó y alargó este canal el carpintero Delfín Lázaro (rubricado). Sufragó los gastos de la traslación y restauración Dn Federico Crespo Dios le ampare su alma". En 1890 el carpintero Delfín Lázaro Moreno contaba con 25 años de edad.
En 1924 moría Francisco Valpuesta Bargas, que era viudo de Jacoba Serrano. Contaba con 73 años de edad y era organista de la parroquia. En la lista de cofrades activos de la Cofradía de san Roque en 1896, aparece mosén Ignacio Crespo Laguna, que morirá en 1907 a consecuencia de una hemorragia cerebral. Era hijo de Federico Crespo y de Adelina Laguna, así que el notario casó al menos tres veces. Mosén Ignacio tenía 42 años y entonces estaba adscrito a la parroquia de san Pedro de Saviñán.
En 1920 Genaro Crespo Puerta vivía en la calle Mayor nº 48. En este mismo número vivía Juan Aznar Verón, que estaba casado con Francisca Campillo, su hermano Maximino Aznar y sus sobrinos José y María Aznar Jurado. En 1929 Genaro vive en la casa de la huerta del barrio de Paracuellos, con Francisco Lacruz Lafuente, que estaba casado con María Gasca Lacruz, y sus hijos Petra, Águeda y Francisco. En el año 1932 Genaro sigue viviendo en la casa redonda de esta huerta, que más tarde pasó a los Vincueria y hoy alberga la granja de Alejandro Lafuente.
Genaro pertenecía en 1921 a la Cofradía de santa Lucía. En 1925 y 1926 le tocó en suerte llevar una de las varas de la Cofradía, en 1928 fue prior suplente y en 1929 fue nombrado prior.
En el censo parroquial de 1857 se citaban a varias familias que vivían en la Aldehuela, en san Blas y en las huertas llamadas de Ceferino Carrillo, de Melús , de Juan Gracián, en la Virgen del Pilar, y de la Lozana.
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