Marquesa de Linares, por Pradilla
FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | José de Murga y Reolid (1833-1902), hijo de un financiero vasco, casó en 1858 con Raimunda de Osorio y Ortega, hija de Benita Ortega Arregui y de padre desconocido. En 1872, Amadeo de Saboya les otorgó los títulos de marqueses de Linares y condes de Llanteo, por su fidelidad a la nueva familia real. En 1876 el marqués de Linares iniciaría su carrera política, como senador de la provincia de Segovia. El conocido palacio de Linares de Madrid, actual sede de la Casa de América, comenzaría a construirse en 1877, siendo habitado por los marqueses desde 1884.
Los marqueses de Linares, uno de los matrimonios más destacados de la burguesía madrileña decimonónica, se caracterizaron también por sus numerosas obras de beneficencia, creando la Institución de Caridad Marqueses de Linares. La Biblioteca Regional de Madrid conserva alguna documentación, de sus aportaciones y ayudas a particulares, como gastos de entierros de personas necesitadas, pensiones, limosnas, pago de tratamientos médicos o aplazamiento de deudas. [Biblioteca Digital de la Comunidad de Madrid > Beneficencia, donaciones y obras pías… aportaciones y...].
Todos los veranos, los marqueses de Linares pasaban una temporada en los balnearios de Paracuellos de Jiloca y de Alhama, donde una comisión del Ayuntamiento de Calatayud iba todos los años a saludarlos, recibiendo alguna cantidad para la beneficencia municipal. También patrocinaron con algún objeto artístico, algún tema propuesto en los distintos Juegos Florales celebrados en Calatayud.
En la sesión del Ayuntamiento de Calatayud celebrada el 8 de junio de 1892, el presidente informó que la marquesa de Linares estaba pasando una temporada en el balneario de Paracuellos de Jiloca, proponiendo se nombrase una comisión para saludarla en nombre del ayuntamiento. El concejal José María Caballero señaló que de todos eran conocidos, los rasgos caritativos de la marquesa hacia la ciudad de Calatayud, especialmente en épocas difíciles, aunque no le uniera vínculo alguno con la ciudad. Por ello Caballero proponía que fuera nombrada Hija Adoptiva de la ciudad, como así se acordó por unanimidad.
En la sesión del 23 de mayo de 1893, se acordó que una comisión municipal pasara a saludar a la marquesa de Linares, que se encontraba por aquellas fechas en el balneario de Paracuellos. A propuesta del concejal Lozano, se acordó que, al hacer entrega a la marquesa del título de Hija Adoptiva de la ciudad, se le entregara un ejemplar lujosamente encuadernado de la Historia de Calatayud, de Vicente de la Fuente.
En la sesión del 26 de junio de 1895, el concejal Vicente Mochales señalaba que todos conocían los favores otorgados por la marquesa de Linares, haciéndose acreedora del título de Hija Adoptiva de Calatayud. Por este motivo, Mochales proponía al ayuntamiento que se diera el nombre de la Exma. Sra. Marquesa de Linares, al paseo de la ronda de Alcántara, en recuerdo a su filantrópico proceder. Este acuerdo se tomó por unanimidad. Este paseo se llamó también del Muro, de Alcalá Zamora, de Calvo Sotelo y actualmente Cortes de Aragón. Desde el año 2014, Calatayud cuenta con dos gigantes dedicados a los marqueses de Linares.
En la sesión celebrada el 17 de enero de 1901 y a propuesta del concejal Chueca, quien señaló la cercanía de sus onomásticas, la corporación acordó regalar a los marqueses de Linares una banda azul, como la que vestían los concejales en los actos oficiales. En la sesión del 16 de marzo, se presentó una factura de Carmen Vidal, que ascendía a 159 pesetas, por el bordado del escudo de la ciudad para la banda de concejal, que el ayuntamiento había acordado enviar a la marquesa de Linares.
En esta misma sesión, el concejal Francisco Lafuente informó del fallecimiento de Víctor Balaguer en Madrid, el pasado 14 de enero, proponiendo que la calle de la Bodeguilla llevara su nombre, como así se acordó por unanimidad. El 1 de abril de este año, tomaría posesión de la vara de alcalde Francisco Lafuente Zabalo, por excusa o dimisión del anterior, Pascual Blas y Ubide.
El 22 de mayo, el presidente señaló que, como los gigantes y cabezudos se encontraban completamente deteriorados, había conseguido del pintor Blasco la confección de otros por 200 pesetas, que podían pagarse del sobrante de la cuenta de festejos del año anterior. En la sesión del 5 de junio, se vio una instancia de Lucas Sánchez Ranera, pidiendo autorización para colocar un quiosco en el paseo salón, para la venta de las bebidas refrescantes que fabricaba. El solicitante añadía algunas cláusulas, que fueron aceptadas por el ayuntamiento. Lucas Sánchez se comprometía a construir un tablado para la música, cuyo modelo acompañaba a la instancia, a condición que el ayuntamiento le entregara la madera vieja que guardaba en sus almacenes. Se comprometía también a construir un quiosco, según modelo que acompañaba. Pedía que la corporación le concediera un plazo de seis años para explotarlo en exclusiva, quedando luego en propiedad del ayuntamiento, incluido el tablado para la música. Solicitaba que por estos seis años, se le autorizara a colocar sillas en el paseo, no excediendo de cinco céntimos de peseta el precio de cada una.
En la sesión del 15 de febrero, se informó que Luis Blas y Ribera y otros vecinos, estaban organizando una Sociedad Artístico Musical, para formar una banda de música, que bien pudiera convertirse en municipal. El ayuntamiento acordó pasar este asunto a la Comisión de Hacienda. En la sesión del 23 de marzo se leyó una comunicación de Luis Blas y Rivera, presidente de la Junta Directiva de la Sociedad Artístico Musical, trasladando un acuerdo de la junta, en el que se ofrecían a dar la primera serenata al ayuntamiento, en prueba de consideración y agradecimiento. Previa autorización, la serenata tendría lugar aquella misma noche, a las nueve y media, según el programa que se acompañaba. La corporación acordó consignar su agradecimiento y convino que el obsequio a los músicos, que tomaran parte de la serenata, sería a cuenta del peculio particular de los concejales.
En la sesión celebrada el 7 de marzo, se acordó entregar una subvención de 160 pesetas, a la nueva banda de música que se estaba organizando, que se pagarían por trimestres. Esta cantidad, con las 250 pesetas que entregaría la Junta de Festejos en el mes de septiembre, harían una suma de 410 pesetas, con las que quedarían pagados los servicios de esta banda.
En la sesión del 26 de junio, el concejal Clemente señaló que la Banda Municipal de Música había abierto una suscripción para recabar recursos y compensar los conciertos que venía celebrando los días festivos en el paseo salón, proponiendo que el ayuntamiento encabezara esta suscripción con 50 pesetas, como así se acordó.
El 4 de julio se vieron telegramas de Moret y de Juan Gualberto Ballestero, en los que agradecían los telegramas enviados por el ayuntamiento, con ocasión de la llegada del primer tren a Sagunto. En esta misma sesión, el presidente señaló que tenía pensado publicar un bando, para que el vecindario blanqueara las fachadas de sus casas, para dar mejor aspecto a la población, pues se esperaban muchas visitas para las próximas ferias y para la inauguración de la línea férrea de Valencia. El 24 de julio el presidente propuso la colocación de un urinario, en uno de los ángulos del salón paseo. El 31 de julio el concejal Gaspar señaló que, antes de las ferias, sería conveniente que el médico encargado del servicio de higiene, llevara a cabo un reconocimiento de las pupilas de las casas de lenocinio de la ciudad. El 7 de agosto se informó que se había contratado el blanqueo de la fachada e interior de la Casa Consistorial, del Hospital Municipal y de casa del conserje del municipio, por 70 pesetas.
En la sesión del 18 de septiembre se manifestó que, debido al mal estado de salud de la marquesa de Linares, ese año no podría viajar hasta al balneario de Alhama, donde se tenía previsto entregarle la banda de concejal. El presidente propuso que una comisión viajara a Madrid, para hacerle entrega de esta banda, quedando acordado que la comisión la formara el alcalde y el concejal Ramírez. Pero en la sesión del 25 de septiembre, se leyó una carta del marqués de Linares, aconsejando que la comisión municipal no se trasladara a Madrid, hasta que la marquesa no estuviera recuperada, avisando de esta mejoría.
La enfermedad de la marquesa de Linares venía de lejos. La Correspondencia de España informaba el 27 de febrero de este año de 1901, que la marquesa se encontraba delicada de salud y no había podido "permitir al círculo íntimo de sus amistades ver las máscaras desde los balcones del palacio de la Plaza de Madrid", como en años anteriores. Este mismo periódico publicaba el 4 de marzo, que la enfermedad de la marquesa le impedía recibir a sus amigos los jueves por la tarde. El mismo diario informaba en su número del 2 de abril, que la marquesa sufría ataque de "influenza". Se trataba de una enfermedad infecciosa causada por un virus, que atacaba las vías respiratorias, produciendo fiebre, dolor de cabeza y una sensación de malestar general.
La marquesa de Linares fallecería la noche del 27 de octubre de 1901. Toda la prensa madrileña se hizo eco de esta pérdida. La revista Gente conocida, en su número del 31 de octubre, publicaba que aquel año los médicos le habían recomendado que no viajara a París y que pasara el verano en Pozuelo. En un artículo firmado por Blasco, se llamaba a la marquesa "la madre de los pobres". En el número del 8 de noviembre, La Ilustración Española y Americana, señalaba que la más modesta corona de flores de la capilla ardiente de la marquesa, la habían pagado los pobres de Madrid.
En la sesión celebrada el 30 de octubre, el presidente informó de esta triste noticia, proponiendo que el diputado Juan Gualberto Ballestero encargara una corona fúnebre, con dedicatoria del ayuntamiento y pueblo de Calatayud, y que una comisión asistiera a los funerales en Madrid, celebrando también funerales en la colegiata de Santa María, que costearía el ayuntamiento. Para asistir a los funerales en Madrid, se nombró al alcalde y al teniente de alcalde Ramírez. La marquesa fue enterrada en el panteón familiar de la sacramental de San Justo.
El 6 de noviembre se leyó un telegrama del marqués de Linares, agradeciendo el pésame. En esta misma sesión, la comisión dio explicaciones de su viaje a Madrid. Se informó que la banda de concejal, que el ayuntamiento había dedicado hacía ya tiempo a la marquesa y no se le había podido entregar, se había dejado a una persona para que, cuando se creyera oportuno, hiciera la entrega al marqués, dando noticia al ayuntamiento. El 20 de noviembre se leyó otro telegrama del marqués, agradeciendo el proceder del ayuntamiento. En esta misma sesión se informó que los gastos, ocasionados por la asistencia al funeral de la marquesa, se elevaban a 198 pesetas.
En la sesión celebrada el 11 de diciembre, se presentó para su aprobación una factura de Manuel García, de Madrid, de 30 pesetas, por la compra de un estuche para la banda de concejal, que el ayuntamiento había dedicado a la marquesa de Linares.
En la sesión celebrada el 8 de enero de 1902, se informó que se había recibido, por mano de Vicente Mochales, 2.000 pesetas del marqués de Linares, para que se invirtieran en la forma acostumbrada. La corporación consignó su agradecimiento y Mochales señaló que el marqués, al entregarle el dinero, le expresó su reconocimiento para el pueblo de Calatayud, por las pruebas de amistad recibidas por el fallecimiento de la marquesa. En la sesión del 26 de marzo, se leyó una carta del marqués de Linares, en la que mostraba su agradecimiento, con motivo del recuerdo enviado por el Ayuntamiento de Calatayud, coincidiendo con el día del santo de la marquesa.
Marqués de Linares, por Pradilla
El marqués de Linares fallecería en Madrid el 9 de abril de 1902. En la sesión celebrada por el Ayuntamiento de Calatayud el 16 de abril, la corporación mostró su sentimiento por su pérdida, acordando nombrar una comisión, formada por el alcalde y Vicente Mochales, para que asistiera en Madrid a sus funerales. En la siguiente sesión, celebrada el 23 de abril, la comisión dio cuenta de su representación. El alcalde informó que el marqués había dejado en su testamento 25.000 pesetas, para la beneficencia municipal de la ciudad.
En esta misma sesión, la corporación acordó celebrar funerales a la memoria del marqués de Linares, dando cuenta de este acuerdo a la familia del finado, con el día y la hora, en gratitud a su labor como "protector incansable de los desgraciados".
En la sesión del 30 de abril, se leyó una invitación del vicario general, para que la corporación asistiera en la colegiata de Santa María, el próximo 2 de mayo, a los funerales por el rey Francisco de Asís, que había fallecido en París el pasado 17 de abril. En este mismo día se presentó la cuenta de la comisión municipal, que había asistido a los funerales del marqués de Linares en Madrid, que ascendía a 176 pesetas.
En la sesión del 7 de mayo, Mochales señaló que la comisión nombrada para distribuir la cantidad donada por el marqués de Linares a Calatayud, había tomado el acuerdo de llevar a cabo obras y reformas en el hospital municipal, comprando y renovando el material quirúrgico, para que quedara en unas condiciones inmejorables y no hiciera falta invertir en él en mucho tiempo. Para ello pedía la autorización del ayuntamiento, para llevar a cabo un inventario y hacer las renovaciones convenientes, adquiriendo lo que se considerara necesario, como así se acordó.
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