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Ruiz Castillo ante su casa natal el día del homenaje que se le tributó en 1995 |
ANTONIO UTRERA | Continuando con los centenarios, de justicia es el no olvidar a uno de los más importantes periodistas que ha dado nuestra ciudad. Me refiero de Andrés Ruiz Castillo, más conocido por el seudónimo con que firma sus escritos: 'Calpe'. Nacido en Calatayud en 1909, se cumple ahora el primer centenario de su nacimiento.
Siendo apenas un adolescente inicia su
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colaboración periodística en El Regional de Calatayud y envía artículos a los periódicos zaragozanos. Ingresa en La Voz de Aragón donde, a los diecinueve años, es redactor jefe. En 1929 pasa a Heraldo de Aragón, en el que ocupa los cargos de redactor, redactor jefe y subdirector, y desarrolla una incansable labor tanto de redacción como de confección (destaquemos sus números extraordinarios del Pilar). Sancionado en los años de postguerra, adopta el seudónimo de 'Calpe', con el que hace popular su sección 'Punto y aparte', glosas de fino humor y de agudo sentido de los hechos cotidianos. Firmó también como 'Pedro Romeo', 'Fernando Osorio' y 'Armantes'. Enviado especial de Heraldo de Aragón, El Sol y United Press en los consejos de guerra de la sublevación de Jaca, adonde acompañó a Pío Baroja.
Paralelamente a su actividad periodística, cultiva el teatro: La ilusión de vivir (estrenada por Mariano Asquerino y Mari Carmen Prendes), Fin de trayecto (por la compañía de Ismael Merlo), Dame una carta (por la compañía de María Fernanda Ladrón de Guevara). Es autor de un libro de lecturas infantiles y de un ensayo sobre El arte del hierro en España (Editorial Labor, 1950). Fue uno de los fundadores del primer cine-club de Zaragoza (1930). Gran aficionado a la música y al arte lírico, amigo personal de Miguel Fleta, escribe, en colaboración con Luis Torres, redactor también de Heraldo de Aragón, una biografía del famoso tenor aragonés (1940). Una antología de sus 'Punto y aparte' está recogida en el libro La insigne llorona (1980).
Se jubiló, siendo ya octogenario. En sus últimos años recibió diversos homenajes y reconocimientos, como el premio Santa Isabel de Portugal 1992, concedido por la Diputación de Zaragoza, y los que le dedicaron en su Calatayud natal en abril de 1995 (descubrimiento de una placa en la casa donde nació, en la plaza de San Benito; nombramiento de hijo predilecto) y, póstumamente, la decisión municipal de dar su nombre a una calle de la población, acuerdo que también tomó el Ayuntamiento de Zaragoza.
El 9 de febrero de 1997, Ruiz Castillo, fallecía en Zaragoza.
Con motivo de la conmemoración del bicentenario de la Guerra de Independencia, los bilbilitanos no podían dejar de recordar al que fuera uno de sus hijos más ilustres: José de L'Hotelleríe de Falloise y Fernández de Heredia, Barón de Warsage.
Así, a lo largo del pasado año y con continuidad en el presente, diversos actos culturales, que tuvieron como centro su casa-palacio natal, cuyos muros acogen hoy en día la sede del Casino Bilbilitano, sirvieron para enaltecer su memoria.
Hijo de un noble belga y de una dama bilbilitana, nació en Calatayud en 1756, y murió heroicamente, al ser alcanzado por una bala de cañón en la defensa del Puente de Piedra, de Zaragoza, durante el segundo sitio, el 19 de febrero1809, pocos días antes de la rendición de la plaza. Caudillo independentista de la comarca bilbilitana, comandando sus voluntarios alcanzó el cargo de cuartel-maestre general del Ejército de Aragón.
Bilbilitano, igual que los anteriores, resulta ser José Ignacio Nebra (nació en Calatayud el 21 de mayo de 1709 y falleció en Zaragoza el 16 de agosto de 1782.
Hermano de nuestro compositor más universal: José de Nebra y de Francisco, al que sucedió como organista de La Seo de Zaragoza, cargo en el que permaneció durante cincuenta y dos largos años consecutivos (del 11 de marzo de 1730 al 16 de agosto de 1782). Su organistía coincidió con el magisterio de capilla zaragozano de Francisco Javier García Fajer ('el Españoleto'). Dos años antes de su muerte, 'el Españoleto' suplicó al cabildo de La Seo relevara al anciano organista de su puesto, en favor de su auxiliar Joaquín Laseca.
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