JOSÉ RAMÓN OLALLA | Las canciones religiosas ambientaban con sus tristes, penetrantes y monótonas melodías el dolor por la pasión y muerte de Jesús. Una de las más populares era el Reloj de la Pasión, en la que se iba describiendo hora por hora todas las escenas de la Pasión y Muerte de Cristo. Reproducimos unas estrofas del Reloj que todavía se canta en Huérmeda.
Es la Pasión de Jesús
un reloj de gracia y vida,
reloj y despertador
que a gemir y a orar convida.
Oye, pues, oye sus horas
y en todas agradecido
¿qué os daré mi Jesús
por haberme redimido?
Vuestro reloj, Jesús mío,
devoto quiero escuchar
y en cada hora contar
cuánto por mí habéis sufrido.
Cuando a las siete os veo
humildes los pies lavar
¿cómo si no estoy muy limpio
me atreveré a comulgar?
A las ocho instituiste
la cena de vuestro altar
y en ella, Señor, nos diste
cuanto nos pudiste dar.
A las nueve el gran mandato
de caridad renováis
que habiendo amado a los tuyos
hasta el fin Jesús amáis.