|
|
|
Marco Valerio Marcial: Poema
|
|
Mientras tú, Juvenal, te abres paso agitado,
entre los ruidos mil de la Suburra,
o mientras subes hacia el Aventino;
mientras por los umbrales de los poderosos
ondea el aire tu toga sudada,
y fatigado vas y vienes
por el Celio mayor y el menor,
mi Bilbilis -a donde he vuelto-,
tierra soberbia por sus minas
de oro y de hierro,
tras muchos años me ha recuperado,
y ella me ha convertido en campesino.
Aquí, tranquilo, sin más esfuerzo que el que dicta mi pereza,
me recreo por Boterdo y por Platea,
-estos son nombres rudos de tierras celtíberas-,
gozo horas de sueño profundo
y reparador que no interrumpe,
a veces, ni la hora tercia
y, así, recupero lo que en treinta años
no pude dormir.
Ni me acuerdo de la toga; cuando la pido,
me alcanzan una túnica que tengo cerca,
sobre una silla desvencijada.
El fuego, cuando me levanto,
ya me espera con un montón de leña
del encinar cercano, y con corona de ollas
que puso la granjera;
acude un cazador que tú querrías
encontrarte en la apartada selva;
un granjero imberbe
reparte las raciones a los siervos,
y les ruega
que hagan cortar
la larga cabellera.
Así quiero vivir y así morir.
Dum tu forsitan inquietus erras
calmosa, Juvenalis, in Suburra
aut collem dominae teris Dianae;
dum per limina te potentiorum
sudatrix toga ventilat vagumque
maior Caelius et minor fatigant:
me multos repetita post Decembres
accepit mea rusticumque fecit
auro Bilbilis et superba ferro.
Hic pigri colimus labore dulci
Boterdum Plateamque -Celtiberis
haec sunt nomina crassiora terris-:
ingente fruor improboque somno
quem nec tertia saepe rumpit hora,
et totum mihi nunc repono quidquid
ter denos vigilaveram per annos.
Ignota est toga, sed datur petenti
rupta proxima vestis a cathedra.
Surgentem focus excipit superba
vicini strue cultus iliceti,
multa vilica quem coronat olla.
Venator sequitur, sed ille quem tu
secreta cupias habere silva;
dispensat pueris rogatque longos
levis ponere vilicus capillos.
Sic me vivere, sic iuvat perire.
María :) (11-3-2010)
|
|