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El archivo de los condes de Argillo
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Documento del archivo de los condes de Argillo y Morata, 1953 (Archivo Municipal de Saviñán)
FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | En noviembre de 2019 se pudieron recuperar del antiguo despacho del palacio de Saviñán, numerosos documentos y libros de contabilidad, que están depositados en el ayuntamiento en espera de su definitiva catalogación. Entre ellos hemos encontrado varias cartas referidas a la división de los archivos familiares de las casas de Argillo y Morata-Villaverde, cuya ordenación y catalogación llevó a cabo Francisco Oliván Baile.
Oliván Baile escribía en un artículo titulado "Un palacio y un archivo en el valle del río Jalón", publicado en la revista Aragón, XXVI, nº 225, noviembre-diciembre de 1952, que el archivo familiar, que se había guardado casi trescientos años en el palacio de Villaverde, situado en la plaza de San Felipe de Zaragoza, se había trasladado al palacio de Saviñán en 1937. Desde entonces en este palacio coexistieron dos archivos familiares: el de los Muñoz de Pamplona (Argillo), y el de los Martínez de Luna- Sanz de Cortes (Morata-Villaverde).
El 6 de octubre de 1950 Juan Antonio Olazábal escribía a su hermano José Ignacio, informándole que iba a entrevistarse con el señor Francia, al que le iba a enseñar los documentos que demostraban las deudas de su tío Javier Bordiu. Si éste les ponía pleito por el archivo, ellos harían lo mismo por las deudas. También le decía que había recibido carta del deán del Pilar, pidiéndole que asistieran con su abogado a una entrevista con el Cabildo y el conde de Argillo. Creía que no debían negarse, aunque deberían asistir los tres hermanos con un abogado. Se refería a la capilla de San José del Pilar de Zaragoza, fundada por el marqués de Villaverde.
El 16 de marzo de 1951, Javier Bordiu y Prat escribía a sus sobrinos, los hermanos Olazábal Bordiu, informándoles que iba a presentar una demanda contra ellos, para que los tribunales otorgaran la razón a quien la tuviera.
El 11 de abril de 1951 José Ignacio Olazábal preparó un borrador, dirigido a su tío Javier Bordiu, para que lo repasara su hermano Juan Antonio. En él escribía que su tío tenía un saldo deudor con ellos, debido a la liquidación de la testamentaria de la tía Mercedes Bordiu y Garcés de Marcilla, fallecida en 1929, al traslado de la capellanía de los Funes, que gravaba a San Felipe, y por algunos asuntos más que no recordaba. Olazábal escribía que no retenían el archivo como hipoteca de garantía de esa cantidad deudora, pero los tres hermanos estaban decididos a emplearla en la organización del archivo. Pensaban que el archivo no podía repartirse ni a peso, ni a ojo de buen cubero, sino que una persona entendida debía ir a Saviñán para proceder a su examen y organización. Sobre esta base podrían llegar a un acuerdo, si no, no se prestaban a "ninguna otra transacción ni componenda".
El 21 de noviembre de 1951 Javier Bordiu Nava proponía a los Olazábal reunirse en Zaragoza cuanto antes, para zanjar "tan lamentable asunto". El mismo Javier Bordiu escribía a finales de 1951 a sus primos Olazábal, que su hermano José Luis se había encargado de buscar un archivero en Zaragoza, para que dividiera el archivo de San Felipe. Después de estas gestiones, habían elegido a Mariano Burriel, director de la Biblioteca Universitaria de Zaragoza, que recientemente había ordenado y clasificado los archivos de las casa de Híjar y Urrea. Antes de pedir sus honorarios, debería ir a Saviñán para reconocer el archivo. Pedía a José Ignacio Olazábal que se entrevistara con Burriel, para cambiar impresiones, pues Castillo Genzor había pedido a Burriel antecedentes de la capilla de San José del Pilar, por encargo de Cristóbal Bordiu.
El 11 de enero de 1952, Javier Bordiu Nava escribía a José Ignacio Olazábal, para que se pusiera en contacto con el archivero que debía hacer el reparto. También estaban dispuestos a arreglar el patronato de la capilla de La Seo, a cuyas gestiones se había ofrecido su hermano Juan Antonio. Había escrito también a su padre para que parara la demanda que había presentado en Calatayud, por el asunto del palacio.
Martín de Funes y La Figuera (1586-1653) fue canónigo de La Seo de Zaragoza y obispo de Albarracín. Se enterró en la capilla del Crucifijo de la iglesia de dominicos de Calatayud, para ser trasladado más tarde a la capilla del Santo Cristo de La Seo, donde estaba fundada esta capellanía y donde se conserva una estatua orante de mármol. Su corazón se enterró en la iglesia de Bubierca, donde costeó el retablo mayor
El 13 de mayo Burriel escribía a José Ignacio Olazábal, que le era imposible ordenar y catalogar el archivo en el corto periodo de vacaciones. Se lo había propuesto a Francisco Olivan y había aceptado el encargo. Olazábal debía ponerse en contacto con él para poder reconocer el archivo y planear los trabajos.
El 16 de mayo los hermanos Olazábal pedían a su primo Javier Bordiu que el padre de éste paralizara la demanda, para avanzar en el asunto del archivo. El 6 de junio Juan Antonio Olazábal informaba a su hermano José Ignacio, que había estado en Saviñán con sus primos Javier y José Luis Bordiu, y con Francisco Olivan. Antes de comer habían estado como una hora y media en el cuarto del archivo, haciendo catas en algunos sacos. Tras este examen, Olivan dictaminó que podría haber cuatrocientos o quinientos legajos, totalmente desordenados, ya que en los ligámenes examinados habían aparecido documentos de diversas materias, fechas y asuntos. Olivan les había propuesto llevar a cabo un catálogo e índice, a lo que podría dedicarse durante el verano, a partir de finales de junio o principios de julio. Después de dejar a Olivan, Juan Antonio convino con sus primos que debían conseguir de su padre la suspensión de la demanda. Los Bordiu quisieron que se acordara también el reparto de los libros, pero Olazábal, que no tenía ninguna consigna de sus hermanos, creyó más oportuno separar ambas cuestiones. Javier Bordiu pidió entonces la nota de la cantidad que su padre les adeudaba, para pagarla inmediatamente. Los hermanos Olazábal se iban a reunir con su capellán, para iniciar el expediente de traslación de la carga correspondiente a la capellanía de los Funes. Olazábal pensaba que debían evitar otro litigio por los libros.
El 7 de junio Javier Bordiu escribía a Juan Antonio Olazábal. Se habían reunido en casa de Burriel y Olivan les había pedido por su trabajo 20.000 pesetas, 10.000 por su trabajo y otras 10.000 por traslado y hospedaje. Tras un pequeño regateo, las partes habían firmado el acuerdo. Faltaba la conformidad de los Olazábal. Olivan comenzaría su trabajo cuando acabaran los exámenes.
El 9 de junio Juan Antonio Olazábal escribía a su hermano José Ignacio. Él y su hermana Carmen estaban de acuerdo con el precio dado por Olivan, pues Mújica ya les había cobrado 5.000 pesetas por catalogar su archivo hace años. En cuanto a los libros, proponían la insaculación de tres abogados de común acuerdo, para que el elegido al azar llevara a cabo su reparto. Pensaban que las dos familias debían estar presentes en la catalogación del archivo, pero en todo cado debía llevarse a cabo.
El 23 de octubre Olivan informaba a los Bordiu y Olazábal que habían trabajado en el archivo tres meses, habiendo quedado hecho el reparto de documentos de la casa Martínez de Luna o casa de Morata y de Muñoz de Pamplona, casa de Argillo. Tras su lectura, muchos de ellos en latín, uno de los ayudantes había mecanografiado parte del archivo de Argillo. En una segunda etapa, entre diciembre y enero de 1953, quedaría todo terminado. Olivan, aunque había rechazado un anticipo, señalaba que necesitaba la mitad del dinero, pues la editorial que estaba a cargo de la segunda edición de su libro sobre el Monasterio de San Juan de la Peña, le exigía la mitad del presupuesto. Dos días más tarde Javier Bordiu confirmaba a los Olazábal el envío de 10.000 pesetas. El 28 de octubre Juan Antonio informaba a su primo Javier Bordiu que Pepe Amilburu, encargado en Saviñán, había pagado de posada cerca de 6.000 pesetas, así que "poco le quedará por cobrar cuanto termine sus trabajos".
El 8 de agosto de 1953 y en el palacio de Saviñán, se llevó a cabo el reparto de los archivos. Ante la presencia de José Ignacio Olazábal y Javier Bordiu, Francisco Olivan hizo dos boletas con los nombres de Argillo y Morata, que depositó sobre una mesa. Cada uno de los interesados eligió una boleta al azar. Olazábal tomó la que decía Argillo y Bordiu la que decía Morata, quedando ambos conformes. Previamente se habían dividido en dos lotes unos mil volúmenes de libros que figuraban en el archivo. De común acuerdo, las partes se cambiaron entre sí algunos documentos referentes a las capellanías de San José del Pilar y del Santo Cristo de La Seo, que disfrutaban ambas familias. Olazábal cedió a su primo un documento notarial de la entrega de la Santa Espina de Calatayud, que figuraba en su archivo con la signatura legajo 135, pieza 18.
El archivo de los condes de Argillo fue adquirido por la DGA en diciembre de 1997, BOA nº 150, de 29 de diciembre de 1997, siendo depositado en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza en 2008. En este mismo archivo está depositado el archivo de Morata, que fue comprado por el Gobierno de Aragón en diciembre del año 2000, BOA nº 150, de 15 de noviembre de 2000.
El alcalde Jesús Gimeno y el secretario Manuel Amilburu, invitaron a Francisco Olivan a escribir el pregón de San Roque de 1952, que se publicó en el programa de fiestas. En el programa de 1953 apareció otra colaboración dedicada a la recolección de las olivas, que Olivan dedicó a Mª Rosa de Castro de Olazábal.
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