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Calatayud, septiembre de 1885
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | La Derecha. Diario republicano de Zaragoza. Día 3. Se anunciaba que las fiestas de Calatayud darían comienzo el día 7 de septiembre, con repiques de campanas, cohetes voladores, gigantes y cabezudos y salve en el Santuario de Nuestra Señora de la Peña. Los actos del día 8 darían comienzo con una diana y a continuación la festividad religiosa, con el rosario general, y una velada en la plaza del Fuerte. El día 9 tendría lugar una corrida de toros, estoqueados por Valdemoro y Frascuelillo, y la consiguiente velada en la plaza del Fuerte. Para el día 10 se anunciaba otra corrida y por la noche fuegos artificiales. El día 11 tendría lugar el Certamen musical y de rondallas, y velada en la plaza del Fuerte. El día 12 se podría ver una exposición de cuadros disolventes en la plaza de las Descalzas.
Todos los días de las fiestas actuaría en el teatro la compañía dramática que dirigía Emilio Martínez. Tampoco faltarían los partidos de pelota y los bailes en el Ateneo y en el Casino Bilbilitano. El certamen literario se celebraría en el teatro de la ciudad el día 14 y estaría presidido por Faustino Sancho y Gil. Como representante de la Diputación Provincial a los Juegos Florales de Calatayud, fue designado el diputado Gaspar. Día 4. El día anterior había llegado a Calatayud en el mixto el senador por la Universidad de Zaragoza, Julián Calleja, con el fin de pasar unas horas en el balneario de Paracuellos de Jiloca. La noche anterior se había hecho cargo la Junta Directiva del teatro de Calatayud, de la instalación del alumbrado eléctrico, que había montado La Marcial. Casi todas las lámparas eran de 16 bujías. En aquella ocasión, el montador fue Mariano Gil. Día 7, sábado. El domingo en el mixto de las 11 habían llegado dos vagones de caballos que el señor Navarro, empresario de la plaza de toros de Zaragoza, traía para la feria de Calatayud.
Día 10. Arturo Bono, que firmaba con Art-Bon, escribía una crónica titulada: "La corrida de Calatayud o el empresario y las cuadrillas y coraje bien reprimido". El articulista escribía que los aficionados zaragozanos habían llegado a Calatayud en un tren mixto-mercancías, parecido a los tranvías, un tren "que para todo sirve menos para llegar a tiempo al sitio que se desea". Se quejaba del considerable retraso, pues el tren había circulado a 15 kilómetros por hora. ¡Qué ya era salir! Los visitantes vieron a muchos forasteros, además de los gigantes y cabezudos. Pero la desilusión fue general, pues la corrida fue suspendida. El articulista señalaba que el Ayuntamiento se había reunido con unos y otros, pero nada pudo hacer. Hubo numerosas críticas y el consiguiente disgusto. A pesar de todo, la cuadrilla seguía alojada en la fonda de Galiano. Sin corrida, los forasteros comenzaron a marcharse, quedando solamente algunos barracones en la plaza del Mercado. El articulista también anotaba un triste suceso: "Estando jugando a la carteta varios sujetos en la plaza del Fuerte, uno de ellos, apodado el Pitón, ha disparado dos tiros a otro, a quien denominan el Cipota. El herido continúa en gravísimo estado en el Hospital de San Juan".
Día 11. Los señores Pérez y González, Luceño y Octavio Picón, habían juzgado que la composición merecedora del premio de honor en el Certamen de Calatayud, era la que llevaba por lema Hermana de la Caridad, original del teniente de artillería Manuel Lassa y Nuño, que había obtenido el mismo premio el año pasado. Día 12. Se encontraba en Calatayud el compositor Justo Blasco. La ida y vuelta de Zaragoza a Calatayud en el mixto costaba 7, 50 pesetas en segunda clase y 3,50 en tercera. El mixto salía del Campo del Sepulcro a las 7 de la mañana y a la vuelta pasaba por Calatayud a las 6,13 de la tarde. Día 14. Ya se daba por terminada la feria de ganado mular, caballar, vacuno y de cerda, con más animación que en años anteriores. Se habían realizado muchas transacciones de mular. A las ferias habían acudido menos forasteros que en otras ocasiones. Al día siguiente llegaría en el mixto Faustino Sancho y Gil, presidente de los Juegos Florales, por segundo año consecutivo. Todavía no se podían publicar los trabajos y los nombres de los ganadores, por inconvenientes ajenos a la Comisión. El presidente del Jurado era Octavio Picón. Día 16: La Justicia. El alcalde de Calatayud había convocado a los individuos de la Comisión de los Juegos Florales y, debido a las noticias recibidas de Madrid, se acordó aplazar el Certamen hasta el día 16. Este retraso se debía a la demora del fallo del Jurado de Madrid, debido a la enfermedad del padre de Felipe Pérez y González, vocal de la Junta. El acto tendría lugar a las 3 de la tarde en el teatro de Calatayud. El primer premio fue para la composición número 49, que correspondía a Manuel Lassa. Hubo también nueve premios a otros tantos trabajos, un accésit y dos quedaron desiertos.
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