J. MAURA. Peñíscola | El castellonense Vicent Melià apunta en su última investigación que la Orden del Dragón estuvo tras el final del Papa Luna y el Concilio de Constanza. Según sus tesis, Alfons V el Magnànim formó parte de esta organización, encabezada por Segismundo de Hungría, en la que también militó Vlad II Dracul, padre de Vlad III que, conocido como el "empalador", inspiró Drácula
Nuevas investigaciones del castellonense Vicent Melià, publicadas con el título 'El Papa Luna: El hombre que miró fijamente a los ojos del Dragón', apuntan a que fue la Orden del Dragón quien forzó la declaración de Benedicto XIII, el Papa Luna, como "antipapa". De tal situación señala a los que estaban afianzados en el trono de Hungría tras la victoria de Dobor, dejando como escarmiento una terrible masacre entre las familias nobles.
Así, Segismundo y su segunda esposa Bárbara de Celje, fundaron el 12 de diciembre de 1408 la liga conocida como la Orden del Dragón con "la clara determinación de aplastar los perniciosos actos del pérfido Enemigo, a los seguidores del antiguo Dragón, a los autores del Cisma y a otras naciones de fe Ortodoxa, así como a aquellos que desean someter el estandarte de la Cruz de Cristo triunfante y a nuestros reinos".
Entre sus miembros, figurarían personalidades de la mayoría de reinos de Europa como el propio Segismundo de Hungría, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de Bohemia; el rey Alfonso de Aragón y Nápoles El Magnánimo, quien fundó y mantuvo la orden del Dragón en Nápoles; Stibor de Stiboricz, aristócrata polaco; Esteban Lazarevich, déspota de Serbia; Enrique V de Inglaterra y Señor de Irlanda; Vladislao II, rey de Polonia; el Duque Vytautas el Grande de Lituania; o Vlad II Dracul, conocido como "Vlad el Dragón" o el "Demonio". Perteneció a la orden del Dragón a partir de 1431 y fue padre de Vlad III el "empalador" mitificado por el novelista Bram Stoker en la novela Drácula.
Según señala Melià, la Orden fue decisiva en el destino de Benedicto XIII, pues fueron los reyes, príncipes y nobles pertenecientes a esta Liga quienes a través de su cabeza visible, el Emperador Segismundo, forzaron a convocar el Concilio de Constanza (1414-1417). En este Concilio, además de declarar al Papa Luna "cismático y hereje" y proclamar a un nuevo Papa con el nombre de Martín V (1417), se cometieron grandes atrocidades, como las condenas a morir en la hoguera a Juan Huss y Jerónimo de Praga, así como la orden de exhumar y quemar los restos del pensador John Wycliffe.