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Petisme resume más de 40 años de poesía en una antología personal de 101 poemas
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El bilbilitano Ángel Petisme (Foto: Toni Galán)
ANTÓN CASTRO. Zaragoza | A Ángel Petisme (Calatayud, 1961) le gusta acabar con los números redondos: lleva más de 40 años escribiendo poesía, ha publicado casi 30 libros y ha redactado unos 1.800 poemas. Cuando empezó la pandemia, decidió revisar su obra y empezó a seleccionar textos de su producción lírica, marcada por la búsqueda de la felicidad y la belleza, el hedonismo, la transgresión, la denuncia, la solidaridad y la constante del amor, hecho pasión, desenfado y erotismo.
De ese viaje han quedado 101 poemas que "proponen el cuidado y el consuelo para nuestra salud moral y mental" y para que "nos reforcemos y rearmemos contra el miedo, la soledad y la ignorancia", confiesa. Agrega algo más el poeta, compositor y cantante: "La poesía es el lenguaje de los sentimientos y de la delicadeza humana". Le faltaba un título, y halló uno bien afortunado: 'Nuestra venganza es ser felices', que es casi un talismán o una poética de resistencia y vitalidad, y añadió, en el subtítulo, el contrapunto: '101 poemas para no morir de pánico'. A finales de año salía el volumen de 160 páginas en su propio sello, Tranvía Verde.
Cierra con una dedicatoria emocionante: "A la memoria de Luis Eduardo Aute, Joaquín Carbonell, Rafa Berrio y todos los maestros poetas y músicos. Y por supuesto de nuestros ancianos, los sabios de la tribu, que se nos fueron aquel año de cuyo nombre no quiero acordarme". El libro ha tenido buena acogida: ya se han vendido más de 1.000 ejemplares, una cifra inusual para la poesía, y va por su segunda edición.
Aunque ha prescindido de muchos versos de claro compromiso, de sus viajes a lugares de conflictos o de desigualdades sociales evidentes y dramáticas (aunque sí ha incluido el texto 'Lluvia en las trincheras'), en el libro está Petisme tal como es. El Petisme de 'La habitación salvaje'; el Petisme que se anticipa a su muerte: "Ángel Petisme ha muerto esta madrugada / de una sobredosis de ingenuidad"; el Petisme que dice que en medio del virus, "unas alas enormes de mariposa necesitaríamos"; el Petisme que se deshace a cualquier hora en 'el océano de las escrituras', que funde en su imaginación las ciudades y las mujeres, que analiza la relación de la poesía y le dinero en un poema largo. O el poeta que va a ver la película 'Tierra y libertad' de Ken Loach y hace un inventario de intelectuales, escritores y artistas que sintieron la llamada de España en 1936.
Poder, denuncia y belleza
Ángel Guinda, poeta y estudioso de la poesía aragonesa, firma unas notas sobre la lírica del ganador de premios como el Claudio Rodríguez, el Miguel Labordeta o el Internacional Antonio Machado: "La poesía de Petisme ha ido siempre un poco más alto, más hondo, más lejos, formal, temática, cultural, ideológicamente". Matiza que sus textos "se instalan con naturalidad en esa zona de transgresión luminosa y agitadora de la vanguardia", dice que es "poesía heterodoxamente existencial. Poesía de la resistencia. Poesía disidente. Impura, como la vida misma".
Guinda escruta su vocación social: dice que el poeta, afincado ahora en Barcelona, practica "la epilírica del yo entremetido, del comprometido yo con todos los que sufren persecución, engaño, marginación, sometimiento por parte del peor de los poderes que es el Poder impotente", y también subraya que el autor de 'La camisa de Machado' atesora "el infrecuente talento de crear belleza con materiales de fealdad".
La palabra belleza es una de las más usadas por el poeta. Titula dos poemas, 'Paradojas de la belleza' y 'La senda de la belleza', y cierra esta antología tan personal con el poema que da título al conjunto: 'Nuestra venganza es ser felices'. Ahí escribe: "Somos belleza que no encuentra reposo, / nunca aprendimos a nadar pero flotamos. / Cuanto más sé de virus, más poesía necesito".
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Heraldo de Aragón (22-2-2021)
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