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Antiguos comercios y talleres de Calatayud: Paulo y Joaquín Corella
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO: El 6 de enero de 1859, el maestro carretero de Calatayud Paulo Corella, confesaba haber recibido del conde de Argillo, por mano de su administrador Juan Santana, 80 duros y 6 reales. Los 80 duros eran por el valor de un carro nuevo, construido por orden del conde de Argillo y que Corella había entregado, además de 2 reales de vellón por el sebo gastado y 4 reales por una galga para el mismo carro.
El hijo de Joaquín Corella era dueño de un taller de construcción y reparación de carros, movido por electricidad, situado en el Paseo de Linares, nº 13, de Calatayud. El 31 de diciembre de 1928 facturaba al conde de Argillo los trabajos que había llevado a cabo en una rueda de coche, que había facturado por ferrocarril.
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