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| Los Muñoz de Pamplona de Saviñán
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A la derecha, las cadenas de Navarra de los Muñoz de Pamplona
y, a la izquierda, las armas de los Funes
FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | Sobre la puerta de entrada a la sacristía y carnerario de los Muñoz de Pamplona en la parroquial de San Pedro de Saviñán, se puede ver este monumental escudo de madera, con las armas de las familias Muñoz de Pamplona y Funes.
En 1595, cuando iba de camino a tomar el hábito de carmelita descalza en Zaragoza, donde profesó y murió Francisca Muñoz de Pamplona, viuda de Miguel de Heredia y Rueda, con el nombre de Francisca de la Madre de Dios del Carmen, paró en La Almunia y ante el notario de Saviñán, Pedro Gascón, instituyó una capellanía colativa perpetua en la parroquia de San Pedro de Saviñán, bajo la invocación de san Francisco. Como los Muñoz de Pamplona y los Heredia y Rueda no tenían entonces capilla propia, las misas se celebrarían en la capilla del Rosario.
La capilla de Santa Ana fue cedida por el Capítulo y el Concejo de Saviñán, una vez terminada la obra de la nueva fábrica en 1627, a Diego y a Juan Muñoz de Pamplona. Diego Muñoz de Pamplona y Andrés de Camarena casó en 1666 con Josefa de Funes y Pérez de Nueros, a quienes se les debe el escudo sobre la puerta de su sacristía. Juan José de Funes y Funes, padre de Josefa, había testado en 1689, donde había dispuesto su voluntad de fundar una capellanía en la parroquial de Saviñán, si quedaban bienes de su herencia. Aunque no quedaron bienes, sus herederos fundaron en 1712 y en su memoria una capellanía laical en la capilla de Santa Ana. El primer capellán, mosén Miguel Carnicer, de Embid, debía celebrar tres misas semanales en el altar de Santa Ana o en el de San Pedro de Alcántara, que estaba en la sacristía.
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