La Comarca de Calatayud
Archivo Bibliográfico - Enciclopedia - Directorio de Empresas - Páginas de Calatayud - Noticias - Tienda - Foro - Tablón de Anuncios

Inicio/ Noticias de Calatayud

Páginas de Calatayud
GEOGRAFÍA E HISTORIA
PATRIMONIO ARTÍSTICO Y MONUMENTAL
LITERATURA
FERIAS, FIESTAS, TRADICIONES
ARTE Y ARTISTAS
BIOGRAFÍAS
TURISMO
HOTELES Y RESTAURANTES
VIAJES
ECONOMÍA
DATOS ESTADÍSTICOS
INDUSTRIA Y COMERCIO
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
SALUD
DEPORTE
TRABAJO
ENSEÑANZA
INFORMÁTICA
ASOCIACIONES Y COLECTIVOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
VARIOS

Búsqueda de información
Google
PUBLICIDAD

Libros de Balneario

FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | En el Espejo cristalino de las aguas minerales de España, 1697, de Alfonso Limón Montero, ya aparecen citadas las aguas de Paracuellos de Jiloca y de Alhama. Las de Alhama ya aparecían en el Tratado de cura de la piedra, 1498, de Gutiérrez de Toledo, y en el tomo I del Tratado de Gómez de Bedoya, de 1765. Carlos III concedió al Hospicio de Calatayud el arbitrio de las aguas minerales perdidas de Paracuellos, que retuvo en propiedad sin utilizarlas hasta que en 1844, por testamento de Juan Herrer, la era donde nacían estas aguas pasa a Felipe García Serrano, que ganó del pleito con el Hospicio. Y es alrededor de 1848 cuando se levanta el balneario junto al manantial. Por Real Decreto de 29 de junio de 1816, se obligaba a los establecimientos más acreditados a tener un médico director. Estos médicos de balneario serán los responsables de varias publicaciones sobre los mismos. Así Simón Moncín escribe entre 1849 y 1853 las primeras monografías sobre el balneario de Paracuellos y el doctor Gregorio Guedea publica en 1867 un folleto titulado Baños de Paracuellos de Jiloca. En 1875 la familia Cortadellas compra una era donde alumbra un nuevo manantial. A causa de estas obras, el balneario viejo de Gracía Serrano queda sin agua, lo que originó un pleito que se zanjó con la cesión de una parte del agua. En 1877 los dos propietarios realizan trabajos subterráneos para quitarse mutuamente el agua. En 1880 García Serrano manda publicar en Madrid un folleto titulado Las aguas y baños sulfuro-salinos de Paracuellos de Jiloca (Calatayud), provincia de Zaragoza. Primitivo y único manantial de la Roca. Por su parte Jaime Cortadellas publica en la tipografía del diario La Derecha de Zaragoza un libro escrito por el doctor Manuel Millaruelo Pano, titulado Establecimiento de los Baños Nuevos de Paracuellos de Jiloca, propiedad de Jaime García Cortadellas. Pero en 1901 aparece ya un único propietario, Vicente García Serrano.

En 1827 se crean en Alhama los Baños Nuevos, que pasan a llamarse de San Fermín, que serán adquiridos por Manuel Matheu en 1862. Matheu había llegado a Alhama enfermo, donde curó casi milagrosamente. En 1865 crea Termas Matheu, gastando su inmensa fortuna en la adquisición de nuevos terrenos, que darán lugar a la gran cascada y al lago de agua termal. En este año se publica en Madrid Reseña de las termas y establecimientos de la propiedad de don Manuel Matheu en Alhama de Aragón. En 1911 las Termas pasan a propiedad de Ramón Pallarés, que modernizó las instalaciones y construyó el Hotel Cascada en 1915 y el Gran Casino en 1918. A su muerte sus acciones pasaron al Patronato de beneficencia de San Ramón y San Antonio y la dirección a la familia Taboada. En 1839 se crean los Baños Viejos de San Roque, que pasarían en 1928 a la familia Martínez. En 1968 fallecería su propietario el profesor Ramón Martínez, catedrático de la facultad de Medicina de Zaragoza. En 1852, por ampliación de las cinco pilas que existían ya en 1845, se establecen los Baños Nuevos de San Roque, hoy Cantarero. En 1875, José Tello, padre de Jorge Francisco Tello, implanta un establecimiento que inaugura en 1881. Pero por muerte de su esposa se traslada a Madrid y lo traspasa a Guajardo en 1893.

El maestro nacional Lorenzo Calavia Santos publicó en 1918 y en la tipografía de Guillén y Romero de Calatayud, un libro titulado Joyas de Aragón. Reseñas históricas de Jaraba, de sus afamados baños y de su milagrosa Virgen, donde se dan noticias de los tres balnearios existentes. Las aguas del balneario de la Virgen eran del municipio, que traspasó en 1897, a cambio del monte Talagudo, a Manuel Ibañez Remacha, maestro y secretario de Jaraba, que murió en 1910. Entonces el balneario pasó al único varón de la familia, el presbítero Miguel Ibañez, y en 1929 a Leoncio Adradas. Los baños de Serón fueron explotados por la Sociedad La Amistad, hasta su disolución, haciéndose cargo uno de sus socios apellidado Garcés, de Ateca, que vendió mejorados a Luis y Mariano Serón. Luego pasaron al sobrino de ambos, Jesús de Castro Serón, y luego a los hermanos Vicente y Raimundo Ariza de La Almunia. El manantial de San Vicente fue descubierto por Francisco Sicilia, al demoler un peñasco de su huerta. Pasó sucesivamente a Manuel, a Daniel y a José María Sicilia. Calavia Santos recogía entonces en su libro la reciente construcción del Gran Hotel, con salón de música, restaurante y 60 habitaciones con lavabos y water-clock con agua corriente. Generalmente el clero acudía al balneario de la Virgen, las órdenes religiosas y los militares a Sicilia y los médicos y abogados frecuentaban Serón.

El doctor Alejandro de Gregorio y Guajardo publicó en 1877 y en la imprenta de La Hoz de Calatayud unos Apuntes hidrológicos de Jaraba y unos Estudios hidrológicos en 1882, en la imprenta del Hospicio Provincial de Zaragoza.

Altas/Modificaciones - Contacto - Información
© Calatayud.org 1999-2012