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Nuestras raíces aragonesas: Las Órdenes Militares (1)
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FRANCISCO CASTILLÓN CORTADA | Una de nuestras raíces aragonesas más importantes, por lo que respecta a la zona oriental oscense, fueron las Órdenes Militares de sanjuanistas y templarios. Permítame el amigo lector una breve exposición relacionada con los orígenes de estas Órdenes. Nacieron con motivo de las Cruzadas en el siglo XI en defensa del Imperio romano de Oriente, en constantes luchas contra los musulmanes, además de la conquista de los Santos lugares. Nace un nuevo estilo de vida en la Iglesia fácilmente asequible a los seglares, que suponía la conquista de la Jerusalén Terrestre con el ideal de la conquista de la Jerusalén Celeste. El monje lograba la Jerusalén en el claustro. El guerrero en estado de lucha. Ocho fueron las Cruzadas, aunque la mayoría fueron un fracaso debido a las rivalidades de los monarcas europeos. Primera Cruzada años 1096-99; segunda, 1147-49; tercera, 1189-92; cuarta, 1199-1204; quinta, 1217-21: sexta, 1228-29; séptima, 1248-54; octava, 1270. También los musulmanes tuvieron su ribat (plural de rabita o ermita) donde vivían ascéticamente los guerreros santones a quienes Mahoma prometió el paraíso a aquellos que morían combatiendo. En el Concilio de Clermont (1095) el papa Urbano II (1087-99) convocó la primera Cruzada para defensa de los Santos lugares. Cuando el emperador Alejo I Comeno (1081-1118) solicitó ayuda a la Cristiandad occidental surgieron más de 30 mil caballeros cruzando el Bósforo por Constantinopla. Al mando de Godofredo de Bouillon (1099-1110) partieron los caballeros de las tierras del Rín; los del conde de Tolosa surgieron del sur de Francia, y los del duque de Normandía, Roberto, los caballeros normandos e ingleses. Estos cruzados conquistaron Alejandría, Nicea, Antioquía y Jerusalén el año 1099. Para defensa de los Santos lugares los cruzados crearon unas comunidades de monjes-guerreros, es decir, las Órdenes Militares. La primera fue la de los Hospitalarios Caballeros de San Juan de Jerusalén; la del Temple y del Santo Sepulcro. La Orden Sanjuanista fue la militarización de una Orden religiosa; la del Temple una sacralización de una Orden militar (defensa), y la del Santo Sepulcro, Orden de plegarias (caritatis). Las tres Órdenes de Caballería como instituciones religioso-militares tuvieron un claro objetivo: defensa de los peregrinos que llegaban a Tierra Santa. Las Órdenes Militares nacen en España en el siglo XII con carácter religioso-militar. La primera Cruzada en España fue dada el año 1212 con motivo de la batalla de las Navas de Tolosa a la que asistieron las Órdenes Militares hispanas: Calatrava (fundada en 1158), Santiago(1170), Alcántara (1175), Montalbán (en Aragón 1196), Alfambra o Montegaudio (Aragón, 1174), San Jorge de Alfambra fundada por Pedro II de Aragón (1196-1213) en Aragón el año 1201, posteriormente la de Montesa fundada para obtener los bienes de los templarios del reino de Valencia (1317).
Las Órdenes Militares alcanzaron gran vitalidad en España y Europa cuya misión fue también la de sostener los estados cristianos de Oriente. Esta vitalidad contaba con sus templos, donaciones, fundaciones, gran poderío político-económico.
Los sanjuanistas
La Orden Militar de San Juan de Jerusalén o de Caballeros Hospitalarios, Sanjuanistas, se remonta al año 1020, cuando unos ricos mercaderes de Amalfi edificaron frente al Santo Sepulcro de Jerusalén un hospital para acogida de los peregrinos que llegaban a Tierra Santa. El caballero Mauro fundó en Jerusalén dos monasterios: uno de varones y otro de mujeres, con un hospital y una capilla dedicada a San Juan el Limosnero. Se asegura que esta Orden fue fundada el año 1048 por Gerardo de Puy de Provenza con la Regla de San Benito y dos conventos, masculino y femenino, quien organizó en el Capítulo de 1120 como Orden Militar aprobada por Calixto III el año 1123. El año 1113 Pascual II (1099-1118) recomendó a los obispos españoles a estos caballeros. Su Regla fue redactada por Ramón de Podio, inspirada en la Regla agustiniana con 19 capítulos; los Estatutos se programaron en varios Capítulos Generales. Desde 1120 a 1153 confirmó a estos caballeros el papa Eugenio III (1145-53) con los votos de obediencia, castidad y pobreza; su indumentaria consistía en hábito y capa negra, cruz blanca de ocho puntas sobre cota roja. El año 1182 formularon el cuarto voto llamado de armas. La estructura jerárquica consistía en el Gran Maestre, como superior general, los comendadores, los caballeros (tres grados: defensores de Jersusalén, capellanes, hermanos domésticos o donados), y como cargos, los clavigeros (llaveros), camerario (despensero), limosnero... Hubo monasterios femeninos en Sijena, Alguaire y más reducidos en Cagigar, Ciscar, Monesma. La Orden llegó a tener 19 mil casas en Europa. Se dividió en siete lenguas o naciones: Provenza, Auvernia, Italia, Francia, Aragón, Inglaterra y Alemania. Las lenguas se dividían en 12 bailías, 27 prioratos y 700 encomiendas. La Orden estuvo exenta (nullíus) de los prelados diocesanos, aunque desde el IV Concilio Lateranense (1215) fueron despojados de muchas de sus prerrogativas. El Gran Maestre residió primero en Jerusalén hasta su expulsión (1291), luego en Rodas (1310), Malta (1530), y aquí hasta el año 1798 en que pasaron a Roma (1834).
En Aragón
Los sanjuanistas aparecen por España recogiendo limosnas y ya están fijos en 1108. La Orden Hospitalaria solucionó el conflictivo Testamento de Alfonso I el Batallador (1104-34) por el que entregaba el reino aragonés a templarios, sanjuanistas y canónigos del Santo Sepulcro. El año 1140, por lo que respecta a los sanjuanistas, el Gran Maestre cedió a Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, princeps et dominator Aragonie, no rey, (1137-62), las dos terceras partes de la herencia aragonesa correspondientes a los Sanjuanistas y el Santo Sepulcro. Únicamente se reservaba el derecho de la Orden a recurrir la herencia si la dinastía aragonesa se extinguiese. El año 1140 tiene la Orden el título de Aragón y Cataluña con los comendadores Ramón Gombaldo y Martín Cajal. En la conquista de Tortosa (1148) recibieron del conde el castillo de Amposta y a partir de 1154, es mencionado el Gran Castellán de Amposta. El año 1174 Alfonso II el Trovador (1162-1196) da a los sanjuanistas el castillo de Tortosa. El año 1188 la reina doña Sancha, esposa de Alfonso II, fundó el monasterio femenino de Sijena.
Los maestres sanjuanistas y templarios participaron en las incursiones y expediciones bálicas de los reyes aragoneses; fueron consejeros, prestamistas, fomentaron las sociedades bancarias, ya que lo más importante de los sanjuanistas y templarios, concluidas las Cruzadas y la reconquista hispana, se lanzaron a las actividades económicas, organización de sus encomiendas, asistentes a Cortes de reino. El año 1319, suprimida la Orden del Temple, se fundó el Gran Priorato de Cataluña que llegará hasta Almacellas. Quiero destacar la figura de un Gran Maestre de Amposta, fray Juan Fernández de Heredia (Munébrega 1300-Aviñón 1396), fundó la casa de Caspe, consejero de Pedro IV de Aragón, de Benedicto XIII, papa Luna, luchó contra el Islam en Oriente. Su sepulcro se conserva en Caspe siendo destrozado durante la revolución de 1936. Fue abad de Alcolea de Cinca.
Seguiré con la presencia sanjuanista por nuestras tierras cinqueñas.
Amigo lector: los judíos aragoneses expulsados de Sefarad (España) jamás olvidaron sus raíces, sus tradiciones, su historia... sabemos que muchos de ellos custodiaron las llaves de sus casas de Fraga, Monzón, Albalate, Alcolea... y el escudo aragonés con gran veneración. Un hijo judío aragonés reconoció la presencia de un escudo que presidía su casa.
¿De quién eran estas armas
que aquí las veo yo?
Vuestras son el mi señor,
vuestras son, mi señor,
que os las trajo mi señor padre
de las tierras de Aragón...
Diario del Alto Aragón (23-1-2011)
Diario del Alto Aragón (23-1-2011)
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