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| Revolución frustrada
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | Mariano Sánchez de Palacios ofreció en 1981, dentro del ciclo de conferencias sobre Madrid en el siglo XIX, una titulada: "El siglo XIX: del absolutismo al liberalismo. Don Vicente de la Fuente y su entorno histórico y cultural", que fuera publicada en Madrid en 1982 por Artes Gráficas Municipales. El ejemplar que conozco está dedicado de puño y letra a José María Martínez Val, abogado y catedrático. En esta conferencia, que el autor dedicaba a la memoria de su padre, Mariano Sánchez de la Fuente, se narraban los hechos históricos más representativos, que corrían parejos a la biografía de Vicente de la Fuente. El siglo XIX español, acotado por dos cifras imborrables, la de 1808 y la de 1898, quedaba resumido en una guerra de la independencia, siete revoluciones, dos guerras civiles, un destronamiento, dos abdicaciones, una República, dos directorios militares y ocho Constituciones. El autor cambiaba el segundo apellido de don Vicente, que era Condón, por el de Bueno. En 1817, año de su nacimiento en Calatayud, tenía lugar una sublevación en Cataluña, con el fusilamiento del general Lacy. Fernando VII, "un rey de escasa o menguada inteligencia", mantendría un "absolutismo pernicioso" con ayuda de los Cien Mil Hijos de San Luis. Vicente de la Fuente estudió con los Escolapios de Daroca y Zaragoza, Filosofía en el Seminario Conciliar de Tudela, ganando el grado de bachiller en 1831 en Zaragoza. En 1829 Fernando VII, viudo, casa con María Cristina de Borbón y en 1830 nacerá Isabel II. Sánchez Palacios escribía: "Toda la vida de don Vicente de la Fuente está hermanada, emparentada, con esta historia nuestra, tan pródiga en sucesos que la debilitan y la dividen hasta dar forma a las dos Españas, que con distintos nombres a través del inquieto peregrinar de los días, siempre ha enfrentado a los españoles que desean la evolución y el progreso con aquellos cuyo único fin es el de conservar la situación existente de privilegio discriminatorio y diferencial". Don Vicente estudió Teología en las Universidades de Zaragoza y Alcalá, donde obtuvo el grado de bachiller en 1834. Un año antes había muerto Fernando VII "el Deseado", aunque su reinado había sido "afrentoso para las libertades democráticas de su pueblo". Tras ella darán comienzo las tres guerras carlistas, la primera del 33 al 40, la segunda del 46 al 48 y la tercera del 72 al 75. Vicente de la Fuente fue carlista en su juventud, como toda su familia, y luchó con Balmes, Viluna Cuadrado y otros escritores, en la unión mediante casamiento de las dos ramas borbónicas, o sea, de Isabel II y del conde de Montemolín. Pero fracasaron y don Vicente nunca más se ocupó de las luchas políticas.
En 1824 don Vicente comenzará a colaborar en el Semanario Pintoresco Español. De 1883 a 1842 será rector de la Universidad de Alcalá de Henares, ingresando en 1844 en el Colegio de Abogados de Madrid. Este mismo año será nombrado profesor académico de Ciencias Eclesiásticas de San Isidro y bibliotecario de la Academia Matritense de Legislación. En 1835 ya se habían disuelto los jesuitas y con Mendizábal en el poder se disolverán las órdenes religiosas no hospitalarias, que dará lugar al primer decreto de desamortización en 1836. En 1837 se restaurará la Constitución de Cádiz y en 1840 la reina abdicará y un regente, Espartero, sucederá a otra regente, la reina. En 1843 Espartero huirá e Isabel II será declarada mayor de edad con 14 años. En 1848, año de barricadas en Madrid, don Vicente trasladará la biblioteca de la Complutense de Alcalá a la de Madrid. De 1852 a 1858 ocupará la cátedra de Derecho Canónico en Salamanca, para trasladarse a la misma cátedra en Madrid. En 1861 será nombrado académico de la Academia de la Historia y en 1875 rector de la Universidad Central. Por aquellos años "la indisciplina tiene sumida a España en una continua guerra de partidos". La guerra de Marruecos en 1859, la Gloriosa de 1868, Amadeo de Saboya, la I República, la Restauración en Alfonso XII, que muere en 1880, y la Regencia. Vicente de la Fuente es uno de los escritores más fecundos de aquel siglo, que fue una continua revolución frustrada, según Tierno Galbán. Sánchez consideraba que la biografía más completa sobre Vicente de la Fuente era la de López Landa. Se trataba del discurso de ingreso en la Academia Aragonesa de Nobles y Bellas Artes de San Luis, el 5 de mayo de 1935, que fue contestado por José Valenzuela la Rosa.
Vicente de la Fuente fallecerá el 25 de diciembre de 1889. Sus restos serán trasladados el 27 de octubre de 1922, desde el cementerio de la Sacramental de San Justo de Madrid, a la Capilla de Nuestra Señora de Mediavilla, en el claustro de Santa María la Mayor de Calatayud. Al final del libro encontramos un grabado de Lengrand de don Vicente y dos fotografías. Una de ellas tomada en la Plaza del Fuerte el 27 de octubre de 1922, cuando las autoridades civiles y eclesiásticas recibieron los restos de don Vicente, y la otra a su entrada a la colegiata.
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