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Blasón de Arándiga
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | El 20 de abril de 1983 el Ayuntamiento de Arándiga trasladó a Adolfo Castillo Genzor un acuerdo que había tomado el 26 de marzo de aquel mismo año, para que identificara los blasones municipales de esta villa. Castillo Genzor revisó el Archivo Provincial de Zaragoza, el Histórico Nacional de Madrid, el de Simancas, el de la Corona de Aragón y el del Arzobispado de Zaragoza. Tras las oportunas consultas pudo corroborar que la villa de Arándiga había pertenecido a la Corona de Aragón desde la reconquista de Calatayud en 1120, excepto entre 1331 y 1362, en que la retuvieron los Luna de Luceni, en nombre de Pedro IV, junto con el gobierno de su castillo. La Corona se desprenderá de la villa en 1437, cuando el rey Alfonso V de Aragón transfiere el dominio directo a Juan Martínez de Luna, su embajador en Castilla, que pasó a ser señor temporal de Arándiga. Juan Martínez Cabeza de Vaca, séptimo señor de la baronía de Illueca y primero de los de Arándiga, también compró el lugar de Chodes. La escritura de compraventa se encuentra en el pleito que la villa de Arándiga sostuvo en 1847 en la Real Audiencia de Aragón. Este Juan Martínez fue el que trasladó en 1430 los restos de su tío abuelo, Benedicto XIII, el Papa Luna, desde Peñíscola hasta Illueca. El primer señor de la villa murió al año siguiente de la compra y como no dejó hijos de su matrimonio con Brianda de Maza y Cornel, sobrina nieta de María de Luna, reina de Aragón, le heredó su hermano menor Jaime Martínez de Luna y Cabeza de Vaca, que fue alférez mayor del Reino de Aragón, embajador de Aragón en Castilla y segundo señor de la villa desde 1438 a 1463. Casó en tres ocasiones. En 1463 ya era viudo de su tercera esposa Sancha Guzmán, madre de su heredero Pedro Martínez de Luna y Guzmán, que nació en el castillo de Illueca en 1450, casando en 1463 con Dainira de Lanuza, hija de Ferrer de Lanuza, Justicia de Aragón. Falleció en 1482 y le heredó su hijo Juan Martínez de Luna y Lanuza, nacido en 1469 y muerto a los 20 años, a consecuencia de una saeta que le alcanzó en el cerco de la ciudad de Baza, cuando acompañaba al rey Fernando el Católico. Entonces ya estaba casado con Catalina de Urrea, aunque sin hijos. Le heredó su hermano Jaime Martínez de Luna y Lanuza, que casó con la joven viuda de su hermano. Sirvió a Fernando el Católico en la guerra contra Navarra, pasando luego a Italia, donde fue Comendador de Montalbano y Castellán de Pombín, de Cremona y de Milán, llegando a ser capitán general de los ejércitos que guarnecían el estado milanés. Fue alférez mayor de Aragón, camarlengo del rey y virrey de Cataluña entre 1507 y 1513. Murió en Illueca en 1519. Su hijo Pedro Martínez de Luna y Urrea nació alrededor de 1492. Casó con su prima Marina de Lanuza y Rocaberti y, ya viudo en 1532, con Inés de Mendoza, con quien tuvo al heredero. Fue virrey de Aragón de 1540 a 1554. En 1538 Felipe II le nombró primer conde de Morata de Jalón. Mandó construir de nueva planta el palacio de Zaragoza, entre 1550 y 1554, hasta tiempos modernos Audiencia Territorial de Zaragoza, donde murió.
Miguel Martínez de Luna y Mendoza, séptimo señor de Arándiga y segundo conde de Morata, nació sobre 1533. Fue alférez mayor de Aragón. Tras los sucesos de Antonio Pérez en 1591, se ganó el odio de los aragoneses, pero el rey Felipe II le nombró virrey de Aragón, 1592-1593. En 1573 casó en segundas nupcias con Ana Ramírez de Arellano, naciendo dos hijas. Le heredó Ana Martínez de Luna que casó con Antonio Manrique de Lara y Luna, duque de Galisteo y conde de Osorno. Del matrimonio sólo sobrevivió Ana Polonia Martínez de Luna, que casó con Baltasar Barroso de Ribera, marqués de Malpica y conde de Navalmoral. En 1665 vendió todos los títulos y territorios a Francisco Sanz de Cortes, primer marqués de Villaverde, por 240.000 reales de plata. Pero luego quiso deshacer la venta, nombrando heredero a su sobrino el marqués de Osera. Pero el marqués de Villaverde intentó impedir la nulidad, pues casó a su hijo José, habido de Isabel Coscón, con una descendiente directa del segundo señor de Arándiga, logrando el deseado parentesco. Miguel, el hijo de José Sanz, habido con Antonia Fernández de Heredia y Ximénez Cerdán, casó con Isabel López de Tejada. Le heredó José María Sanz de Cortes, que casó en 1756 y en la capilla del palacio real de Madrid con María Connock y Avebille, pero pasaron a vivir en el palacio zaragozano de la plaza de San Felipe. Le heredó su hija María Luisa Sanz de Cortes, última señora de Arándiga, nacida en 1761. Al morir soltera le heredó su sobrina María de los Dolores Muñoz de Pamplona, condesa de Argillo. Las Cortes de Cádiz en 1812 declararon por ley la supresión y cancelación de los señoríos exentos. El pleito seguido por la villa de Arándiga en 1847, cancelará definitivamente toda relación de intereses entre la villa y sus señores históricos.
Por todo ello, Castillo Genzor proponía como escudo las cuatro barras de Aragón, en el cuartel de la derecha, y en el de la izquierda la media luna de la familia Luna, con corona real.
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