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¡Manolo über alles!
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Manolo Kabezabolo, hace un año en Zaragoza
JAVIER LOSILLA | Hace 25 años, cuando Manolo Kabezabolo editó 'Ya hera ora' (no es un error es la grafía kabezabolesca), ni él mismo pensó que permanecería tanto tiempo ejerciendo como cantautor punk, apelativo que desconozco si es fruto de la autodefinición o de la inspiración repentina de un amigo. El hecho es que Manolo, su inseparable guitarra, sus músicas minimalistamente punkis y sus letras de poso libertario armadas con un ácido lirismo de barra de bar siguen en pie de guerra, incluso a sabiendas de lo difícil que resulta ser punki en tiempos de pandemia. Y si no que les pregunten a los espectadores que el viernes acudieron a los dos conciertos que en solitario dio el artista en el Centro Cívico Delicias, dentro del ciclo Vagón de lujo, que casi tuvieron que pegarse las posaderas a la silla con loctite para no ponerse a bailar y romper las normas sanitarias.
Con motivo de que el mencionado disco haya cumplido un cuarto de siglo, Manolo lo ha reeditado en vinilo (originalmente se publicó en casete y CD) y se ha embarcado en una gira con las piezas de 'Ya hera ora' y otras de grabaciones posteriores, aunque el viernes no metió mano en 'Tanto tonto monta tanto', su apuesta más reciente. Su repertorio, de unas 30 canciones, fue más un recordatorio del Manolo que conocimos, más que una muestra del Manolo que conoceremos.
Así las cosas, no hay duda de que algunas de las letras de antaño han perdido hoy su vigencia, aunque otras sigan manteniendo su viveza. Con todo, es un gozo escuchar cómo lleva a su terreno a Sex Pistols, a Dylan y Police, además de ese puñado de composiciones propias, ya instaladas en la memoria colectiva.
Da igual que cante 'Militares subnormales' que 'El aborto de la gallina', 'La rebelión', 'Terrorismo controlado', 'Un papel morao', 'Kamino del bar' o la muy peculiar 'Retil/Gusano': la energía y la actitud de Manolo son indestructibles; su forma de tocar y cantar, únicas, y su lugar en el mundo, una reserva para tipos que, como él, combinan rabia e ironía como si no hubiera un mañana.
Puede que esta sea la primera vez que el sugerente ciclo Vagón de lujo haya tenido un viajero que haga este tipo de declaraciones de amor: "No me komo los mokos / pero nena tú me vuelves loco". ¡Manolo über alles!
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El Periódico de Aragón (18-4-2021)
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