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El convento de Miedes y
las Ordinaciones Reales de la Comunidad
de Calatayud de 1616
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | En las Ordinaciones Reales de la Comunidad de Calatayud de 1616, impresas en Zaragoza por Juan de Larumbe, se apuntaba que el rey había entregado a la Comunidad 14.000 libras, en "pago de lo que le devía", que estaban cargadas inicialmente sobre la misma Comunidad. Esta cantidad se destinaba entonces al monasterio de monjas que se había "comenzado a fundar en dicha Comunidad", cuyas rentas se emplearían en la fábrica del monasterio y una vez finalizado, en el sustento de las monjas. Cada año se debía dar cuenta al bayle, procurador general y contadores de la Comunidad de lo gastado en la fábrica de este convento, que la Comunidad de Calatayud levantaba en Miedes.
La Comunidad se obligaba a entregar cada año a este monasterio 80 cahíces de trigo y 25 alqueces de vino, que se debían poner en el mismo monasterio. A esta dotación debían colaborar todos los lugares de la Comunidad, "con rectitud e igualdad", es decir proporcionalmente, cuyo reparto verificaría el bayle y el procurador general. La cantidad de trigo a entregar se consignaba a razón de 3 cahíces por cada monja, lo que nos da una idea de la capacidad del convento. Si sobraba alguna cantidad del cupo del trigo, se lo podría quedar la Comunidad o sus lugares, pagándolo a 40 reales el cahíz. La Comunidad y sus lugares se comprometían a la entrega de estas cantidades de trigo y de vino, hasta que el convento tuviera 1.000 sueldos o más de renta, incluidas las pensiones de los 14.000 sueldos.
Las dotes de las monjas se emplearían también para la renta del monasterio, estando cargadas con seguridad sobre lugares de realengo. Para ello el procurador general y la priora del monasterio nombrarían a un ecónomo, para que diera fianzas a satisfacción de ambos, recibiera las dotes y las cargara del modo dicho. Cada año en la Pliega de septiembre debería dar cuenta de su trabajo al bayle, procurador y contadores de la Comunidad.
Las monjas y donadas que ingresaran en este monasterio debían ser hijas de vecinos pecheros de la Comunidad, pagando una dote de 6.000 sueldos. Se dejaba a elección del Procurador y del Consejo de los Treinta y uno, de recibir a otras personas que no cumplieran la anterior obligación, con la dote que les pareciera justa.
Este Consejo para el gobierno de la Comunidad, compuesto de treinta y una personas, quedaba formado por el procurador general, los seis regidores de los seis ríos, los seis merinos y dieciocho personas de más edad, que serían elegidas cada año. Para ello se formaría una bolsa por cada río, sacando cada año a tres personas de cada río de la Comunidad. Con esta disposición se anulaba el oficio de las veinte personas de los seis ríos que, según las Ordinaciones de 1588, se debían elegir el último martes de agosto, para asistir a la pliega de Septiembre. En las Ordinaciones de 1637 se volvía a instituir la elección de estas veinte personas de más edad de los seis ríos de la Comunidad, para asistir a la pliega general.
En el siglo XVIII la Comunidad de Calatayud también abastecía al convento de Miedes de aceite. En 1738 la Comunidad arrendaba la Señoría de Saviñán, incluido el molino de aceite y el horno de cocer pan, a José Gumiel por seis años, hasta el año 1744, por 9.100 sueldos, que debía pagar en tres plazos iguales de 3.033 sueldos y 4 dineros. Entonces la Comunidad se comprometía a comprar al arrendador cincuenta arrobas de aceite, que pagaría a precio de mercado, para el convento de Miedes.
Entre los censalistas del Concejo de Saviñán del siglo XVIII aparece el convento de Miedes. De 1624 databa un censal a favor del convento de Nuestra Señora del Carmen de Calatayud, de 400 sueldos de capital, que habían vendido el 30 de junio de 1685 al convento de religiosas Miedes.
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