Es muy antiguo el fervor
de los tobedanos a la Virgen María, como recuerda la tradición,
desde antes de la invasión musulmana.
La iglesia de la Virgen recibió
numerosas obras artísticas, donadas por personas ilustres. El Papa
Luna, además de contribuir a su edificación, regaló
una valiosa tabla gótica que reproduce a San Cosme.
La donación más
notable la efectuó el rey Don Martín, el Humano, en 1400.
Un icono que le había regalado el rey de Francia, Luis VI, en prueba
de su especial devoción y reverencia a Nuestra Señora de
Tobed. Un siglo después, en 1517, el cabildo del Santo Sepulcro
ordenó hacer un relicario de plata, de estilo renacentista, para
conservar la imagen donada por el monarca aragonés.
La fama de la iglesia de
la Virgen no defrauda a las numerosas personas que, desde cualquier lugar
del mundo, visitan este templo.
Otro monumento destacable
es el Palacio del Comendador, magnífica construcción civil
del siglo XVII. Construido para uso del comendador de los canónigos
sepulcristas, a él acudían los vasallos del señorío
del Santo Sepulcro a entregar los diezmos y primicias durante siglos. En
la actualidad, este bellísimo edificio alberga la Casa Consistorial,
el consultorio médico y el teleclub, este último funciona
también como restaurante.
Adosada al palacio, y menos
espectacular que la iglesia de la Virgen, es la iglesia parroquial de San
Pedro, construcción del siglo XVI. Es de planta gótico mudéjar,
de una nave, y fue reformada a finales del XVII. Conserva la bóveda
de crucería estrellada en el ábside. (Mª José
Arellano Sánchez)