Villa de la provincia de
Zaragoza, a 78 kilómetros de la capital. Situada al pie de la sierra
de Vicor (Sistema
Ibérico), en el valle del río
Grío, a 712 metros de altitud. Temperatura media anual, 13 grados
C. Precipitación anual, 500 mm. Población: en 1999, 254 habitantes;
en 1900, 915 habitantes; en 1950, 843 habitantes.
Hasta 1785 se denominó
Santa Cruz, y luego, desde 1834 a 1897, Santa Cruz de Tobed; finalmente,
a partir de 1900, Santa Cruz de Grío. Perteneció al Santo
Sepulcro de Calatayud y fue, por tanto, señorío de abadengo;
sobrecullida, vereda y corregimiento bilbilitanos, sucesivamente, antes
de formar su propio Ayuntamiento, en 1834, junto con el lugar de Aldehuela
de Santa Cruz y los caseríos de La Solana y Peñacorba.
Tiene acceso desde la antigua
carretera general a Madrid, la N-II (y desde la autovía), con desvío
a la izquierda, una vez pasado el parque de Mularroya, frente al cruce
de Morata de Jalón. El viajero ha de remontar el curso de río
Grío, casi siempre escaso de caudal, y seguir una ruta ascendente,
entre curvas, pues el valle se constriñe entre las sierras de Algairén
y Vicor.
El caserío de Santa Cruz se extiende al pie de esta última
sierra, sobre la margen izquierda del río. Se escalonan los campos
de labor y se abren las calles en suave pendiente, deparando especial pintoresquismo.
Lucen las fachadas encaladas y se ven casas de nueva planta, que denotan
la preferencia de algunos por gozar de este paisaje, siquiera los fines
de semana.
El viajero se encuentra con
la iglesia parroquial de San Blas al poco de acceder al casco urbano. El
edificio fue construido en 1912 y sigue los dictados del estilo barroco.
De la misma época son los retablos, en madera tallada. En la sacristía
se guarda un interesante busto de San Blas, en madera, que descansa en
una peana de dos cuerpos en los que hay decoradas hornacinas con santos;
es obra de la escuela aragonesa del siglo XVI. Todo hace suponer que existió
una iglesia anterior, sobre la que se edificaría la actual.
Existen además sendas
ermitas dedicadas, respectivamente a las advocaciones de San Roque y Santa
Bárbara.
Celebran las fiestas de verano
por San Roque, a mediados del mes de agosto. Las patronales, en honor de
San Blas, tienen la consideración de mayores y se desarrollan, por
lo general, del 1 al 4 de febrero. El día 3, festividad del santo,
los vecinos entonan la "Aurora de San Blas", a las seis de la mañana.
Santa Cruz de Grío
linda con Morata de Jalón, Almonacid de la Sierra, Cosuenda, Tobed,
Belmonte
de Gracián y Sediles.
Posee buenas tierras de cultivo, en las que se cosechan excelentes fresas.
Este producto alcanzó gran preponderancia hace unos lustros y se
exportaba en grandes cantidades, curiosamente, embaladas en cajas con el
nombre de Aranjuez. (Alfonso Zapater Gil)
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