Interior de la iglesia de San Juan el Real
(Foto: A. Sanmiguel)
Iglesia de San Juan el
Real
La compañía
de Jesús se estableció en Calatayud a finales del siglo XVI,
fundando un Colegio. En el siglo siguiente edificaron una suntuosa iglesia
dedicada a la Virgen del Pilar. Es lógicamente de estilo barroco,
de una nave con crucero y cúpula con linterna, Sobre las capillas
situadas entre los contrafuertes hay una galería abierta al interior
or una serie de arcos. La decoración, muy recargada pero de gran
elegancia, es ya del siglo XVIII y consiste en molduras y yeserías
abultadas con temas vegetales, que configuran uno de los interiores barrocos
más interesantes de Aragón.
La máxima atención
se centra en las grandes pinturas al óleo sobre lienzo que cubren
las cuatro pechinas bajo la cúpula central, obra de Francisco de
Goya, que las pintaría en 1766, a los veinte años de edad.
Representan a los Padres de la Iglesia: San Agustín y San Ambrosio,
obispos; San Jerónimo, cardenal, y San Gregorio, papa. Sobre su
elaborado fondo oscuro, las figuras se logran a base de rápidas
y decididas pinceladas de luminosos colores en las que se aprecia ya el
germen de la obra madura del genial aragonés.
Poco después de realizadas
estas pinturas, y tras la expulsión de España de los jesuitas,
la iglesia cambió su advocación por la de San Juan Bautista,
por traslado de la parroquia de San Juan de Vallupié, hoy desaparecida.
Años más tarde,
hacia 1775, se construyó la torre, que en plena época de
primacía de las formas clásicas, no pudo sustraerse al espíritu
mudéjar que impregna la ciudad. (Agustín
Sanmiguel Mateo)
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