Interior de la iglesia de San Andrés, en Calatayud
(Foto: A. Sanmiguel)
Calatayud,
temprana fundación musulmana, es considerada ciudad (medina) desde
el siglo IX, y desde entonces es capital indiscutible de una extensa y
rica comarca. No es de extrañar que sea la población que
conserve mayor cantidad de monumentos mudéjares, si bien son sólo
una parte de los que hubo, ya que muchos fueron destruidos por seguir las
modas artísticas o por simple ignorancia. En la colegiata de Santa
María, los más antiguo es el claustro, cuyas dimensiones,
proporciones, orientación y detalles constructivos hacen pensar
que sea un resto de la mezquita mayor. El abovedamiento, con claves decoradas,
es de principios del siglo XV. El primitivo templo mudéjar del siglo
XIII fue sustituido en el XVII por el barroco actual, quedando como testimonio
la parte inferior del ábside, que fue recrecido en el siglo XVI.
La torre, una de las mayores de Aragón, tiene planta octogonal y
estructura de alminar, ya comentada. El cuerpo inferior parece del siglo
XV, el de campanas del XVI, siendo el chapitel de pizarra que la corona
del último cuarto del XVIII.
La iglesia de San Andrés
es una de las pocas iglesias mudéjares de tres naves, que se separan
con arcos apuntados ligeramente en herradura. Primitivamente tuvo techumbre
de madera, sustituida en el siglos XIV y XV por las actuales bóvedas
de crucería. Su aspecto recordaría a las iglesias mudéjares
andaluzas del siglo XIII, pero también a las mezquitas almorávides
y almohades de los siglos XI y XII. La torre tiene la misma forma y estructura
que la de Santa María, pero aparte de ser de menor tamaño,
muestra notables diferencias en la decoración, no pudiendo por ahora
precisar su fecha de construcción, aunque sí sabemos que
el cuerpo de campanas se hizo en 1509.
La iglesia de San Pedro de
los Francos también es de tres naves, pero de concepción
plenamente gótica, como su portada, pudiendo datarse en el siglo
XIV. Es interesante su triple ábside con decoración mudéjar,
aunque de difícil contemplación. Lo más llamativo,
sin embargo, es la torre, y no por su aspecto, ya que carece de decoración,
sino por su acusada inclinación. Tiene estructura de alminar y disponía
de un cuerpo superior semejante a los de Belmonte o Aniñón,
derribado en 1840. Parece que la torre, con base de sillería, estaba
ya inclinada al construirse el templo, por lo que podría ser anterior.
La iglesia de la Virgen de
la Peña era del tipo ya comentado de iglesias-fortaleza, pero del
primitivo templo del siglo XIV, muy maltratado por las guerras, sólo
queda la triple cabecera tras el actual altar mayor, dos capillas laterales,
una con interesantes yeserías del siglo XV y parte de la galería
exterior del lado norte. La actual colegiata del Santo Sepulcro se edificó
en el siglo XVII, sustituyendo a una anterior iglesia mudéjar de
la que queda, entre otros restos menores, un interesante claustro, si bien
en estado ruinoso.
Jalón arriba
La iglesia de Terrer es del
siglo XVIII, con restos de la que hubo en el siglo XV. Hay a los pies una
interesante y poco divulgada torre mudéjar, con estructura de alminar
y profusa decoración con arcos mixtilíneos, rombos y lazos
de cuatro que llevan incrustadas piezas de vajilla verde y morada, del
siglo XIV. El cuerpo superior, semejante a las de Belmonte y Aniñón,
fue muy deformado en el siglo XVIII.
Ateca posee una torre probablemente
más singular entre todas las mudéjares de Aragón.
Aunque hoy está en gran parte abrazada por una ampliación
de la iglesia hecha en el siglo XVI, originalmente estuvo exenta, como
muestran sus cuatro caras decoradas por igual, incluso los que hoy están
ocultas. Desde luego la torre es anterior a la iglesia mudéjar del
siglo XIV, de la que destaca el ábside. Éstas y otras características
apoyan la idea de que la torre sea un alminar de época islámica
del siglo XI. Su estructura también se aparta de la habitual, pues
el núcleo central no es macizo, sino hueco, y con cuatro estancias
superpuestas. En la decoración aparecen arcos de herradura, espina
de pez, arcos entrecruzados y columnillas y platos de cerámica vidriada,
unos verdes y otros amarillos. Se ha perdido el cuerpo superior, sustituido
en el siglo XVII por el actual, barroco. A poca distancia, sobre un torreón
del castillo se edificó en el siglo XVI la Torre del Reloj. Cerca
de Ateca, la torre de La Vilueña, aunque muy desfigurada, puede
ser del siglo XIII o XIV. Más lejos, en Monterde, hay una bella
torre del siglo XVI.
Jalón abajo
La iglesia de Huérmeda
tiene una sencilla torre cuyo cuerpo superior, mudéjar tardío,
es del XVI, pero el inferior, con estructura de alminar, debe de ser medieval.
La iglesia de Paracuellos de la Ribera es de tres naves, parecida a la
a comentada de San Andrés, de Calatayud. En Sabiñán
la torre de la iglesia de San Miguel, octogonal y con escalera de caracol,
parece del siglo XV, recrecida en el XVI. La torre de la iglesia de San
Pedro es del siglo XVI. (Agustín
Sanmiguel Mateo)
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