|
|
|
ANLLÓ ORRIO, Juan. Nacional II |
|
Juan Anlló "Nacional II" |
Nació en Alhama de
Aragón, el 11 de enero de 1897. Trabaja como dependiente de comercio,
en Madrid, cuando los triunfos toreros de su hermano Ricardo
le empujaron a abandonar su empleo para dedicarse al aprendizaje taurino.
Se visitó de luces por primera vez en Cáceres, con "Pacorro"
de "Hipólito" de compañeros de cartel. Esa misma temporada
toreó varias novilladas con éxito. Triunfó en la plaza
de Carabanchel y ello le abrió las puertas de Madrid,
|
donde se presentó
el 3 de agosto de 1919, alternando con "Pedrucho" y "Mayorito" en la lidia
y muerte de seis novillos de Francisco Trujillo. Esa misma temporada sumó
19 novilladas, y 15 a la siguiente. El 28 de agosto de 1921, de manos de
José García "Alcalareño", que le cedió la muerte
del toro "Pucherito", de la divisa de Matías Sánchez, y la
confirmó en Madrid el día 25 siguiente, con el toro "Conejero",
de la misma ganadería, que le fue cedido por Luis Freg. A fuerza
de pundonor y tesón, logró codearse con las primeras figuras
de su época, depurando su estilo a medida que pasaba el tiempo,
perfeccionando su arte. Fue considerado por la crítica como uno
de los toreros más representativos del toreo aragonés. Creó
el lance de capa denominado "puente trágico", que consistía
en echar el busto sobre el morrillo del astado en el momento de pasar éste,
lo que, dada la elevada estatura del torero, producía una sensación
dramática. A buen seguro que habría llegado todavía
más lejos en su profesión si no hubiera encontrado trágica
muerte en la plaza de toros de Soria, el 4 de octubre de 1925, cuando se
hallaba de simple espectador de una corrida y salió en defensa de
Emilio Méndez, uno de los matadores que tomaba parte en el festejo,
al que varios aficionados dirigían frases despectivas. Les recriminó
Juan Anlló y se entabló una pelea en la que éste recibió
un botellazo en la cabeza. No se le dio importancia a la lesión
y "Nacional II" fue conducido a la cárcel, como uno de los autores
de la reyerta; allí se agravó de tal manera la herida, que
falleció dos días después, el 6 de octubre de aquel
mismo año. (Alfonso Zapater)
|
|