Virgen del Amor Hermoso, de San Pedro de los Francos, obra del escultor (Foto: Francico J. Lorenzo de la Mata) |
Nació en Calatayud
el 11 de mayo de 1794. Entre 1809 y 1819 aprende el arte de la escultura
de la mano de Gabriel
Navarro, escultor local que realizó, entre otras obras, el grupo
de la Asunción de la Virgen para el retablo de la Colegiata de Santa
María y el "Paso de Jesús con la Cruz a Cuestas". De su maestro
heredaría el escultor que nos ocupa el gusto por el barroco que
marcará toda su obra. En 1815, ya aparece en las actas de la Hermandad
de la Agonía como el carpintero "Alegrías", dedicándose
para esa institución a reparar bancos, componer monumentos, platear
la varas del palio, etcétera.
Parece ser que hacia 1816 se traslada a Aniñón, desde donde enviaba correspondencia
a la Academia de Bellas Artes de San Luis para que se le realizase el examen
de escultor.
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El 11 de febrero de 1819,
se casa con Rita Bravo, hermana de don Mariano y don Francisco, ambos sacerdotes
relacionados con la parroquia de San Juan el Real de Calatayud y con varias
cofradías e instituciones de nuestra ciudad.
Este parentesco le proporcionará
varios trabajos como carpintero y como escultor, especialmente para la
Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís, ya que el primero
de sus cuñados fue durante varios años ministro de la Orden.
En marzo de ese año
escribe de nuevo, esta vez desde Calatayud, a la Academia de Bellas Artes
de San Luis y en mayo se le da el visto bueno a su estatua de la Venus
de Medicis y se le concede permiso para dedicarse al noble arte de la escultura.
Al ingresar en la Academia denunció ante esta institución
a Juan Balaguer, carpintero, fray Ignacio de Jesús María,
carmelita, y Clemente Olleta, pintor, estaban dedicándose a las
artes de la pintura y la escultura sin reconocimiento de academia alguna
y sin tener el título correspondiente.
En junio de ese año
ganó el premio de escultura para la realización de un bajorelieve
del "Gladiador Combatiente". Sabemos por el libro de actas de la Hermandad
de la Agonía que también se dedicaba a la pintura, ya que
en 1823 realizó un retrato por encargo de esta hermandad.
En 1824 nace su hijo Ramón
que continuaría con la profesión familiar; años más
tarde nacería Gregorio y en 1833 Mariano,
que también se convertiría en escultor. En esta época
realiza la mayor parte de su obra en Calatayud. Frontal del altar mayor
de la iglesia de San Juan el Real, que le encargó la Archicofradía
de la Agonía en 1832 y por el que recibió la cantidad de
1.000 reales y la cartilla de hermano para él y su esposa. Realiza
la "Oración de Jesús en el Huerto", según algunos
autores, "El Prendimiento", la talla de "Jesús atado a la columna",
el Crucificado, la Virgen y San Juan del paso del Calvario y las imágenes
del Descendimiento de Nuestro Señor. También realiza por
esta época la peana del Corpus Christi para la procesión
eucarística de nuestra ciudad, la tala de la Virgen del Amor Hermoso
de la Iglesia de San Pedro de los Francos y varios pasos para la Semana
Santa atecana.
Para entonces ya había
realizado tres magníficos pasos para la Semana Santa zaragozana:
El Prendimiento, La Crucifixión y El Descendimiento. A pesar de
residir en Zaragoza, sigue trabajando para nuestra ciudad. Así en
1846 restaura varios pasos para la Semana Santa; en 1847 se encarga de
adquirir las cabezas para "La Última Cena"; en 1852 realiza una
gradería para el Altar Mayor de San Juan el Real, que todavía
se conserva en las tribunas de esta iglesia.
También trabajó
para la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza,
realizando, entre otras obras, las "Virtudes" para el retablo de San José.
El 5 de noviembre de 1865,
moría en la ciudad de Calatayud este magnífico y prolífico
escultor que, como otros tantos artistas y bilbilitanos ilustres, todavía
no ha sido reconocido en su "patria chica" como se merece. (Pepe Arévalo
Barra)
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