Entre las muchas donaciones que hizo a la iglesia de su localidad natal, se encuentra el terno, cuya casulla mostramos |
Juan González vio
la luz en la localidad de Munébrega.
Fue canónigo de la iglesia del Santo Sepulcro de Calatayud y más
tarde canónigo de la catedral de Lugo. Alcanzó la dignidad
de provisor del obispado de Mondoñedo y, posteriormente, obtuvo
plaza de inquisidor, desempeñando este cargo en Cerdeña,
Valladolid, Sevilla, Cuenca y Valencia, ciudad esta última donde
residió hacia 1541. Fue, así mismo, visitador en Cataluña,
condados del Rosellón y la Cerdaña, y canciller de la ciudad
y reino de Valencia. En 1547 fue nombrado obispo de Tarazona. A pesar de
estar al frente del obispado no renunció a su tarea de inquisidor,
y así, hasta 1561, y durante un periodo de tres años, permaneció
en Sevilla persiguiendo las desviaciones heréticas que por aquellos
años se estaban produciendo en España.
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