Villa de la provincia de
Zaragoza, cabecera de la comarca del Aranda, a 82 kilómetros de
la capital con una extensión de 24,9 kilómetros cuadrados.
Su temperatura media anual es de 12,1 grados C y una precipitación
anual de 475 mm. Se encuentra situada en el Sistema
Ibérico, a 599 metros de altitud en una fosa tectónica
recorrida por el río Aranda y flanqueada por los horst paleozoicos
de la sierra
de la Virgen y de la Camamila, transversal al eje del Jalón.
Se trata de un municipio
progresivo desde el punto de vista demográfico. En 1900 contaba
con 1.739 habitantes, para pasa a 3.232 en 1999. Ello obedece a que su
actividad económica se diversifica entra la agricultura y la industria,
siendo esta última la predominante.
Su agricultura tiene un carácter
de policultivo con base vitícola, tal como demuestra el reparto
de su superficie cultivada (que es aproximadamente el 50% de su extensión
total). Predomina la agricultura de secano, pues que tan solo una cuarta
parte, aproximadamente, de esa superficie cultivada es de regadío,
teniendo en su conjunto un carácter de subsistencia.
La industria constituye su
base económica. Tradicionalmente estuvo ligada a la fabricación
de paños (se calculan a mediados del siglo XIX, más de un
centenar de telares). Sin embargo, en el momento actual se polariza hacia
la fabricación de zapatos, cuyos antecedentes se remontan
al siglo XVII, en el que se implantaron tres tenerías junto al río
Aranda, en competencia con sus vecinos de Brea.
Su impulso se realiza en la década de 1920, si bien su consolidación
data de 1940, momento en que se produce un importante incremento de la
producción, se diversifica la materia prima tratada y aparecen numerosas
fábricas, algunas de las cuales continúan hoy su proceso
de fabricación. Las empresas emplean una gran cantidad de mano de
obra procedente no sólo de la localidad sino también de los
municipios próximos. (Carmen Chueca Diago)
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