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LAS ORDINACIONES DE VILLALBA DE PEREJILES DE 1655 |
Álvaro López Asensio
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Introducción
Villalba del Perejiles, al igual que el resto de lugares de la antigua Comunidad de Calatayud, tenía desde la Reconquista, Siglo XII, sus propias Ordinaciones o Constituciones que a lo largo de la historia se modificaron en virtud de los cambios sociales y económicos que fue experimentando la sociedad y la misma convivencia entre los vecinos de cada lugar.
Esta modificación no se debió a un capricho de espontaneidad renovadora, como si de una moda se tratara, sino a reformas necesarias para suprimir las ordenanzas que ya se consideraban obsoletas, por carecer de función correctora y social; para actualizar las cantidades tarifadas de impuestos y pagos de multas en ellas contenidos; e incluso por la introducción de otras nuevas elaboradas y redactadas por la casuística empírica que generaba la vida cotidiana y que se hacía imprescindible regular en unas normas que garantizasen la convivencia pacífica entre los vecinos.
La estructura de las Ordinaciones es anárquica, no sigue un orden temático lo que hace suponer que las cláusulas se agrupan por orden cronológico, siendo las primeras las más antiguas y el resto eran introducidas en el "compendium ordinacionis" conforme el Concejo las deliberaba, aprobaba y consideraba de utilidad pública para el lugar y los vecinos.
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