Inscripción dedicada a Tiberio
Camafeo
Anfora
La escultura muestra con
unos pocos ejemplos lo que debió ser la ornamentación pública
y privada de la ciudad. Desde las esculturas en mármol, fragmentos
de piezas excelentes, a piezas menores en bronce , plomo o cerámica.
Destaca una espléndida cabeza muy deteriorada del emperador Tiberio.
La mesa y la cocina han facilitado
una considerable abundancia de material, sobre todo cerámico, desde
las cerámicas de tipo indígena, a las importaciones itálicas
en las cerámicas de mesa y algunas de cocina, y producciones gálicas,
hispánicas o africanas en las de mesa. Piezas vulgares de cocina,
almacenaje y transporte: platos, fuentes, jarras, ollas, tapaderas, embudos,
tinajas, ánforas, etc.
|
Sala
II
Se introduce la sala dedicada
a Roma y Bílbilis,
con una representación cartográfica del Imperio Romano en
el siglo II d. C., en el que se señalan aquellos monumentos o imágenes
que caracterizan mejor la esencia de la romanidad.
El Municipium
Augusta Bilbilis se inicia con una visión de la historia de
las investigaciones, con la imagen de algunos investigadores como Sentenach
o Schülten, junto a la fotografía aérea o la visión
de diversas etapas de las excavaciones modernas del equipo de Manuel Martín-Bueno
desde 1971. Los materiales seleccionados proceden de colecciones antiguas.
La arquitectura exhibe capiteles
de un templo y del teatro junto a materiales constructivos usado en época
romana en nuestra ciudad, desde los simples ladrillos, con marcas de fabricante,
placas de revestimientos, tejas planas y curvas (tegulae e imbrices) y
remates de tejas con elementos figurados (antefixas).
Pavimentos de diversos tipos:
morteros simples, mosaicos deopus signinum, opus tesselatum, opus sectile,
éstos elaborados con placas de mármol recortadas, pavimentos
formando dibujo de espiga (opus spicatum), etc. Elementos decorativos:
placas de mármol para revestimientos, de variados colores y procedencias:
Italia, Grecia, África, combinados con producciones peninsulares.
Molduras marmóreas y elementos arquitectónicos en yesos.
Cerámica terra sigillata
Tessera de Acvti
|
El ajuar personal, los elementos
de vestido, fíbulas y hebillas, espejos, removedores de perfumes,
joyeros, anillos, collares, agujas de tocado (acus crinalis) muestran la
riqueza y variedad de elementos en una sociedad provincial muy a la moda
de Roma.
La escritura muestra las
diferentes modalidades de la letra escrita en la antigüedad. Desde
grandes inscripciones monumentales en mármol, destacando una dedicada
al emperador Tiberio en el año 29 d. C., a fragmentos de otras en
mármol y bronce, seguramente documentos públicos del foro
de Bílbilis. Escritura menor, marcas de alfarero sobre cerámica,
ladrillos y tejas con marca de fabricante o caracteres en lengua ibérica.
Grafitos en pintura, cerámica o letras en cursiva hechas con pincel
sobre piezas arquitectónicas.
Economía y moneda
nos facilitan la visión de una sociedad con resortes económicos,
bien estructurados, desde sistemas impositivos la fabricación,
oficialmente controlada, de la moneda en Roma y otras cecas, como Bílbilis.
Primero en época celtibérica y luego en época romana
bajo Augusto, Tiberio y Calígula.
El ocio público y
privado nos lleva de la mano a los edificios de espectáculos a que
tan aficionados eran los romanos: teatro, anfiteatro y circo, de los que
Bílbilis
cuenta tan solo con teatro.
En los casas, tabernas, espacios públicos y termas, el ocio nos
llega en forma de juegos de mesa, juguetes infantiles , incluso actividades
musicales.
Las actividades artesanas
facilitan un panorama breve de los objetos hallados en la ciudad con producción
de objetos de hueso: fichas, botones, agujas de peinado y de coser, etc.
Los textiles están presentes a través de las pesas de diversos
telares hallados en ambientes domésticos, así como fabricación
de cerámicas comunes y lucernas. Los vidrios de importación
dan la imagen de una ciudad activa y con un comercio próspero.
La pintura tiene en Bílbilis
un especial significado por la calidad y abundancia de los ejemplos hallados.
Desde que a mediados del siglo I a. C. se pintan algunas viviendas en el
llamado segundo estilo a los ejemplos de mediados del siglo I d. C. con
las del cuarto estilo, en termas, edificios públicos y viviendas.
(María Luisa Cancela / Manuel Martín-Bueno)
|