Sobre
un altozano inmediato al caserío se sitúa el castillo y el
palacio señorial. El castillo, ya en ruinas, ocupa un extenso cerro
que domina el lugar; puede fecharse hacia el siglo XIV. Quedan restos de
un recinto fortificado formado por un largo muro de mampostería,
de planta ovalada y muy rebajado en altura.
El palacio, edificado en
una ladera, es de estilo renacentista aragonés, con alero de ladrillo
y rematado por la acostumbrada galería de arcos, en este caso, con
más vanos de los habituales en este tipo de construcciones. La portada,
en arco de medio punto, queda enmarcada entre pilastras. (Aurelio Cabañas
Boyano)
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