Estatua del Cid, en El Poyo (Teruel)
obra del bilbilitano Luis
Moreno |
Cantar de gesta que narra
las acciones de Rodrigo Díaz , al que se conoce generalmente por
el sobrenombre de Cid Campeador. Se inicia con el destierro del Cid desde
Castilla por orden de Alfonso VI, sus acciones guerreras en la cuenca del
río Henares y la conquista de Alcázar (Soria), su asentamiento
en El Poyo (cerca de Calamocha) y su actuación por tierras de Alcañiz,
Huesa y Monforte de Moyuela. Luego va a Valencia, que conquista y tiene
que defender contra los almorávides, a quienes vence en sucesivas
batallas. La parte central del "Cantar" supone el triunfo personal del
Cid, que consigue casar a sus hijas con los legendarios infantes de Carrión,
llenándolos de riquezas, pero alcanzando como compensación
una categoría social superior. Los infantes son infamados por sus
acciones y deciden vengarse en sus esposas, para lo que piden
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permiso con
objeto de trasladarse desde Valencia a sus tierras patrimoniales de Carrión.
La última parte del cantar narra la afrenta que los infantes hacen
en las personas de sus mujeres y el problema de honor que se le presenta
al Cid, quien desafía y vence los ofensores, deshaciendo las
bodas. Al final de la obra se señala que las hijas del Cid son pedidas
como esposas por los infantes de Navarra y Aragón.
Este cantar de gesta es indudablemente
el más importante de toda la literatura española y ha llamado
la atención de los estudiosos desde el siglo XIX. Pero siempre ha
sido estudiado desde un punto de vista castellanista, hasta el extremo
de que se ocultan y disimulan datos fundamentales para conocer la época
de su cronología y las tierras en donde se redactó. Menéndez
Pidal creyó que se escribía en Medinaceli por una persona
nacida en San Esteban de Gormaz (Soria), y que lo redactaba allá
por el año 1140. Sin embargo, los argumentos que utiliza no son
consistentes. La relación con San Esteban de Gormaz se basa en el
hecho de que el Cantar aluda ala "calzada de Guiena": Menéndez Pidal
cree que hay que identificarla con la calzada que atraviesa el Duero en
tierras sorianas. Pero esa calzada en realidad es la que unía Mérida
con Astorga, atravesando el Duero en Zamora. El testimonio tiene otro significado:
el autor del "Cantar" no conocía las tierras de San Esteban de Gormaz.
Si conocía, en cambio,
las tierras de Medinaceli, como señala acertadamente Menéndez
Pidal, que acaba allí sus estudios sobre los datos geográficos
dados por el cantar, inmediatamente después de citar tal población
soriana. Sin embargo, el autor del "Cantar" conoce perfectamente el canal,
que todavía se conserva, paralelo a la carretera de Albarracín
a Gea, que es recordado tres veces cuando se alude a Cella, allí
donde se habla de "Celfa la del canal". De la misma forma, cuando tiene
que inventar nombres para cuatro personajes inexistentes históricamente
acude a la toponimia aragonesa. Así usa los nombres de Búcar
(barrio de Albarracín), Galve (pueblo de Teruel), Fariz (nombre
medieval de Ariza:
Fariza), y al último lo apellida Tamín. De la misma forma,
a la zona exterior de las murallas de Valencia la denomina "coso", igual
que se llama así en Barbastro, Huesca, Zaragoza o Cella. O señala
que las tierras de Alcañiz son "negras", con un aragonesismo claro.
Recoge una serie de instituciones típicamente aragonesas, como el
"axovar", el apretón de manos para cerrar un trato, y así
hasta la saciedad. Es curioso constatar que cuando en el vocabulario del
"Cantar" su editor señala que la palabra es desconocida -por ejemplo,
"corcas"-, tales palabras sean de uso común en el habla de las tierras
actualmente turolenses. Todo hace sospechar que el "Cantar del Mio Cid"
se escribió en tierras de Teruel por persona vinculada a la región
de Albarracín-Cella.
Otro punto importante es
el de la fecha, pues, no resulta aceptable la que se le otorga desde los
estudios de Menéndez Pidal. El "Cantar" cree que las tierras del
Bajo Aragón las conquistó un conde de Barcelona, lo que es
cierto para Ramón Berenguer IV, pero inexacto para sus predecesores:
eso obliga a datarlo con posterioridad a 1154, fecha cuando aquel comenzó
a actuar en la zona. Hay una gran cantidad de datos históricos reflejados
en el "Cantar" que obligan a retrasar la fecha de composición;
así, el "Cantar" presupone que Carrión era una población
leonesa, y no castellana: éste es un dato no tenido en cuenta por
los comentaristas cidianos. Pero Carrión siempre fue durante la
Edad Media una población castellana: únicamente el año
1196 fue conquistada por Alfonso IX de León, y reconquistada seguidamente
por un ejército coaligado de aragoneses y castellanos, bajo los
reinados de Pedro II y Alfonso VIII, respectivamente: tal acontecimiento
está indicando que el autor del "Cantar del Mio Cid" intervino posiblemente
en la acción guerrera en tierras fronterizas castellano-leonesas,
que le permitirán además importar a su obra un nombre aparecido
por esos momentos allí: el de "fijodalgo". Lo tardío de estas
fechas obliga a reconsiderar la que ofrece en su final el "Cantar del Mio
Cid": el año 1207, que habrá que aceptar aunque no queramos.
Con ello quedaría identificado el autor del "Cantar del Mio Cid",
ya que él mismo se llama Per Abat en el colofón; y
por esos años un Per Abad era juez de Bubierca,
población que también se cita en el poema. (Antonio Ubieto
Arteta)
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