Llumes nació simplemente
como granja, caserío de Monterde
situado en las cercanías del camino que va de Cimballa
al monasterio de Piedra,
antigua aldea de la comunidad
de Calatayud, lugar de la baronía de su nombre, fundada en el
siglo XIX.
El paisaje es agreste, conforme
corresponde a esta zona de la provincia de Zaragoza, a orillas del río
Piedra, sobre su margen izquierda. En tiempos de Madoz, el conjunto
urbano se limitaba a "una espaciosa casa de campo con su oratorio, un palomar
despoblado y una buena porción de terreno". En la actualidad comprende
varias casas, aunque un tanto desperdigadas, que buscan unirse cada vez
más para configurarse como pueblo.
La iglesia -sin duda, antiguo
oratorio- se halla aislada y es de estilo románico rural, con ábside
semicircular y tímpano esculpido en la portada, en el que figuran
las efigies del Salvador y de los cuatro evangelistas.
Las fiestas son en honor
de San Miguel, pero se adelantan respecto a su fecha tradicional, para
celebrarlas coincidiendo con el último fin de semana de agosto,
cuando Llumes se halla a rebosar de veraneantes, al igual que los lugares
vecinos. (Alfonso Zapater Gil)
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