Hijo de Domingo
Abad Huerta e Isabel Joven, nació en Cubel,
pueblo de la Comunidad
de Calatayud, a finales del siglo XVI, en torno al año 1580.
Estudió en la Universidad
literaria de Valencia, donde obtuvo el título de Doctor en Cánones.
Recibió el presbiterado hacia 1610 y entró al servicio del
arzobispo de Valencia, Isidoro Aliaga, como paje y capellán.
En 1621 el Santo Oficio,
quizá a petición del inquisidor general Luis de Aliaga, le
abrió expediente de "limpieza de sangre", interesándose por
su persona. Desempeñó el oficio de inquisidor por espacio
de más de 20 años en los tribunales de Murcia, Llerena (Badajoz)
y Barcelona.
En septiembre de 1643 Felipe
IV lo presentó para la mitra de Teruel y el Papa Urbano VIII lo
nombró obispo el 13 de junio de 1644, siendo consagrado en Valencia
el 15 de septiembre. Al tomar posesión de la diócesis, era
un hombre maduro: contaba con más de sesenta años.
Rigió la diócesis
de Teruel unos dos años, ya que murió el 16 de mayo de 1646.
Fue sepultado en la cripta de enterramiento construida debajo del presbiterio
del templo catedral. El cabildo catedralicio recibió en herencia
los bienes del prelado, cuyo pontifical no era nada despreciable.
Como obispo de Teruel asistió
a la Cortes del Reino celebrados entre 1645 y 1646. Y logró serenar
los ánimos del cabildo catedralicio, apaciguando enfrentamientos
entre las dignidades y canónigos. (Juan José Polo Rubio)
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