Pequeño cuenco hemiesférico, de la Edad
del Bronce, hallado en la cueva
Localizada en el término
municipal de Calcena
a 950 metros sobre el nivel del mar y 70 metros de altura relativa sobre
el río Isuela. En el mapa topográfico del Ejército
se le denomina Cueva del Caladizo, aunque en la zona se la denomina Cueva
Hermosa. Se accede desde una senda que sale de la carretera que une Calcena
con Purujosa,
a la derecha de la carretera, a unos 3 kilómetros de la población
de Calcena
y próximo al límite con el término municipal de Purujosa.
La boca de la cueva está
colgada, con orientación SE y para llegar a ella hay una pendiente
muy importante. La entrada está mimetizada con el entorno. La cueva
actualmente no tiene rastros de corrientes de agua, pero sí está
siendo afectada por importantes derrumbes, sin que se pueda determinar
por el momento la época de estos derrumbes.
No podemos determinar si
en la cueva se han producido excavaciones, controladas o no, por lo que
desconocemos si en alguna zona pueden localizarse estratigrafías.
Los materiales recogidos aparecen en superficie y sin que se haya prospectado
con intensidad toda la superficie de la cueva.
La pieza que se reproduce
en la fotografía es una forma común y con amplia perduración.
Está bien constatada en Moncín, donde esta forma se encuadra
en el tipo A, que está presente en casi todas las fases del yacimiento.
Nos inclinamos a pensar en una cronología de la Edad de Bronce en
base al aspecto general de la pieza y a los paralelos de Moncín.
No obstante, la pieza no es ajena a periodos anteriores como el Neolítico
y el Eneolítico. Por otro lado, la presencia de cordones con digito-ungulaciones
y de fondos planos confirmaría esta adscripción.
A. Jimeno y P.
Galindo hablan de Cueva Hermosa con cierta confusión, ya que
en primera instancia citan como referencia bibliográfica el trabajo
de T. Andrés y P. Utrilla ("Prospecciones en yacimientos neoeneolíticos
del a provincia de Zaragoza"), llegando a señalar como base argumental
la figura 3, en la que aparece un borde de cerámica y un triángulo
de sílex con retoque a doble bisel. La confusión estaría
en que T. Andrés y P. Utrilla no están hablando en ningún
momento de Cueva Hermosa, sino de "un abrigo alto y poco profundo, aprovechado
por medio de una tapia para encerrar ganado", situado "aguas arriba del
barranco, en su mismo lado derecho en el que se abre la Cueva
Honda". Nosotros hemos comprobado efectivamente la existencia de este
abrigo, que por supuesto no tiene nada que ver con Cueva Hermosa. (Julián
Millán Gil / José A. García Serrano / Eloy M.
Ceamanos Ferrer)
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