Algunos de los materiales hallados en la cueva
El yacimiento se localiza
en el término municipal de Calcena,
a 900 metros sobre el nivel del mar, muy cerca del pueblo, en las proximidades
del puente de la carretera de Oseja
que cruza el río
Isuela. La cueva se sitúa en la margen izquierda del río,
a unos 100 metros y 25 metros de altura relativa sobre el cauce.
La cueva tiene un fácil
acceso, con poca pendiente desde el río. La boca de la cueva está
orientada al NE. Desde la boca hay un corredor de unos 5 metros de longitud,
para llegar a una estancia de pequeñas dimensiones, 7 x 4 aproximadamente.
En el fondo de la cueva se localiza un gran montón de tierra removida
recientemente, en el que se localizan cerámicas muy fragmentadas,
láminas y utensilios de sílex, huesos humanos, etcétera.
No tenemos constancia de ningún material que se haya recogido además
del que se expone. Sin embargo parece ser que se han realizado excavaciones
anteriormente, no sabemos sin con interés por restos arqueológicos.
Los yacimientos en cueva
suelen presentar estratigrafías muy complejas, debido a su reocupación
permanente. Cuando los materiales estudiados, como en este caso, no proceden
de una excavación arqueológica sino de superficie, resulta
mucho más difícil precisar la adscripción cronológico-cultural
de los mismos, debido a las perduraciones tipológicas.
A pesar de todo, y siendo
conscientes de la provisionalidad de nuestras afirmaciones, observamos
en la cueva Bolichera una ocupación que iría desde el Paleolítico
Superior hasta la Edad de Bronce.
Mención especial merece
el arpón de hueso que nos recuerda materiales similares de adscripción
magdaleniense. Otra posibilidad sería que estos materiales correspondiesen
a una perduración tipológica hasta momentos posteriores,
pero en esa caso se trataría de un hecho inédito hasta ahora
en el valle del Ebro.
Las láminas de sílex
podrían pertenecer a cualquiera de las etapas de la ocupación
que contemplamos. Algo similar ocurre con los dientes de hoz, que no sufren
variaciones tipológicas desde el Neolítico hasta la Edad
del Bronce.
En cuanto a la cerámica,
la decoración con cordones plásticos con digitaciones y ungulaciones
nos remite a la Edad del Bronce, probablemente al Bronce medio. Sin embargo,
algunas formas recuerdan las vasijas de almacenamiento del Neolítico
final o del Bronce Antiguo. ( Julián
Millán Gil / José A. García Serrano / Eloy M.
Ceamanos Ferrer)
Material recuperado:
1. Punta de flecha foliforme
con retoque simple bifacial. Sílex color marrón oscuro. Eneolítico.
2. Raspador ojival sobre
lámina retocada. Sílex color blanco patinado. Eneolítico.
3. Lámina simple.
Sílex color beige con restos de cortex. Eneolítico.
4. Lámina simple.
Sílex color marrón oscuro. Eneolítico.
5. Lámina con retoque
simple. Sílex color marrón oscuro. Eneolítico.
6. Lámina apuntada
con escotadura. Sílex color beige. Eneolítico
7. Raspador simple sobre
lasca. Sílex color beige con restos de cortex. Eneolítico.
8. Diente de hoz sobre lámina
de dorso. Sílex color gris con pátina de cereal. Neolítico-Eneolítico.
Bronce.
9. Diente de hoz sobre lasca.
Sílex color blanco patinado y con pátina de cereal. Neolítico-Eneolítico-Bronce
10. Fragmento de diente
de hoz sobre lasca. Sílex color blanco patinado y con pátina
de cereal. Neolítico-Eneolítico-Bronce.
11. Fragmento de arpón
con una fila de dientes. Hueso. Paleolítico Superior. Magdalaniense.
12. Colgante. Diente de
animal. Paleolítico Superior. Magdalaniense.
13. Fragmento de cerámica
bruñida hecha a mano con decoración de cordón y digito-ungulaciones.
Edad de Bronce.
14. Fragmento de cerámica
hacha a mano con decoración de cordones entrecruzados y digitaciones.
Edad del Bronce.
15. Fragmento de cerámica
bruñida hecha a mano con decoración de cordón.
16. Fragmento de cerámica
hecha a mano con decoración de digitaciones en el borde. Edad del
Bronce.
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