1. Lienzo con una santa dominica,
arrodillada sobre un cojín, en actitud de orar, con las manos juntas,
entre las que sujeta una flor y un rosario con cruz griega; seis ángeles
descorren dos cortinas que permiten ver a la santa y un fondo de arquitectura
jónica. Este lienzo, conocido por la piedad popular como Virgen
de la Consolación Vieja, representa a Santa Catalina de Siena, y
sería la única representación de Catalina Benincasa
en Calatayud, lo que reafirma la ubicación en este lugar de la Sinagoga
Mayor.
2. Retablo escultórico
de madera policromada, dedicado a los Desposorios de Nuestra Señora,
siglo XVI. A ambos lados de este altar había dos cuatros de San
Miguel y Santa Lucía sobre tabla, del siglo XVI, que pasaron al
Museo
de Arte Sacro.
3. Retablo mayor con
mazonería del siglo XVIII en madera dorada y adornado de espejos;
la imagen titular conocida como Nuestra Señora de la Consolación,
es una buena escultura en alabastro policromado del siglo XVI, que representa
a María en pie con el Niño sobre el brazo izquierdo, mientras
que en la mano derecha conserva resto de algún atributo que ha desaparecido,
posiblemente un cetro. El Niño tiene entre sus manos un pájaro.
4. Retablo recompuesto, integrado
por una predella que pasó al Museo
de Arte Sacro, un gran lienzo de San Miguel y un pequeño Calvario
en el ático. El mayor interés se centraba en el banco, del
siglo XVI y marcada influencia italiana, formado por cinco casas, la central
algo mayor que las otras, que representaba una Piedad; las cuatro restantes
estaban dedicadas a San Francisco, Santa Cecilia, Santa Úrsula y
San Antonio de Padua, en este orden de izquierda a derecha.
Según Vicente
de la Fuente, la imagen del retablo mayor se creía que era la
que anteriormente estuvo en el postigo de la Alhadra y que en 1339 regaló
D. Beltrán, obispo de Tarazona, al Cabildo de Santa María.
Lo que no conviene artísticamente con la imagen actual.
El templo fue cerrado al
culto en 1874, siendo propiedad en la actualidad de la Cofradía
que lleva el nombre de la titular, que celebra en ella su fiesta,
y que es la que se encarga de su mantenimiento. (Gonzalo M. Borrás
Gualis / Germán
López Sampedro)
|