Ruinas del lugar de Cocos, hoy bajo el pantano
de La Tranquera
Municipio desaparecido. Dentro
del término municipal de Carenas,
aunque en la antigüedad su término se repartió entre
Somet y Nuévalos.
La parte de Somet pasó a depender desde 1860 de Carenas. Fue conocido
como Granja de Cocos y Caserío de Cocos. Hoy se encuentra sepultado
bajo las aguas del pantano
de La Tranquera. Cocos conserva restos de origen celtíbero,
romano y musulmán. Investigadores modernos lo confunden con Godojos,
Codos y Codo, siendo evidentemente Cocos, Coquos o Quoquos, como suele
aparecer escrito en los documentos.
Es citado por primera vez
en 1182 en que aparece en la notificación del Fuero del papa Lucio
III, como parroquia cristiana. Hacia 1186 Alfonso II de Aragón donó
la parroquia de Cocos al Monasterio de Piedra, pasando a ser mera granja
de él.
Durante el siglo XIII siguió
perteneciendo al Monasterio de Piedra, que lo amplió como granja.
En este época la jurisdicción pertenecía al concejo
de Somet (1248).
En el siglo XIV pasó
a ser uno de los graneros principales del Monasterio, pues allí
guardaban los monjes vino (1315), trigo (1322), cebada, etcétera,
incluso al arrendar la Granja de Cocos los monjes exigen que les den en
alcábala doce libras de truchas al año (1322). Pero entre
mediados y fines del XIV Cocos sufrió los avatares de la guerra
entre Aragón y Castilla, quedando casi despoblado.
En el siglo XV la Torre de
Quoquos pagó por tres fuegos, a razón de 13 sueldos por fuego:
1 libra y 14 sueldos (1489), sin duda correspondientes al granjero o administrador
y a sus familias.
En los siglos XVI y XVII
siguió perteneciendo a Piedra.
En el siglo XVIII el Monasterio
de Piedra tuvo una disputa con el lugar de Nuévalos por derechos
de riego (1781) y la sentencia favoreció a Nuévalos, pues
se les reconocieron derechos en el término de Cocos. Entre fines
del siglo XVIII y principios del siglo XIX fue un importante refugio de
bandoleros, pues de allí procedía la famosa "Banda del Chorizo",
que actuó en la comarca de Calatayud.
Entre 1835 y 1836, con la
desamortización de Mendizábal, la Granja de Cocos fue comprada
en pública subasta por los hermanos Muntadas por 20.000 reales.
Posteriormente, entre 1952
y 1960, Cocos desapareció bajo las aguas del pantano de La Tranquera.
Actualmente sólo quedan ruinas, excepción hecha de su hermoso
puente romano, que todavía puede verse cuando bajan las aguas. En
sus inmediaciones un castro celtibérico, ocupado posteriormente
por los musulmanes y utilizado durante en la Edad Media como segundo recinto
defensivo de Somet,
que defendía el valle del Piedra.
(Joaquín
Melendo Pomareta)
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