|
Se celebra en Cetina, en la fiesta de
San
Juan Lorenzo, 18 y 19 de mayo, en noche de plenilunio, y danzan ocho
hombres dirigidos por un "diablo", con antorchas y vestidos con trajes
que recuerdan remotamente esquematizaciones de esqueletos. Se compone de
30 mudanzas o cuadros plásticos, semejantes a otros del siglo XVIII,
y termina con una pantomima en la que el "diablo" es ejecutado. La coreografía
es dirigida por palmadas, y cada mudanza recibe nombres convencionales
o descriptivos, algunos muy modernos, como
|
el de "dios de las aguas" alusivo
a la estatua de Neptuno que estuvo en la plaza de España de Zaragoza.
Un análisis de su
actual contextura permite concluir que se trata de una danza religiosa directamente relacionada con el dance de San Juan Lorenzo, quizá
de fines del siglo XVI, pero en su estado actual reordenada en el XVIII;
los nombre de algunos cuadros lo indican (Peana de San Juan Lorenzo, Bandeo
de campanas, Virgen de Atocha -ermita de Cetina-, Triunfo de San Miguel,
y algunos profanos). La ceremonia de la muerte del "diablo" puede ser fruto
de la contaminación con el dance en el que figurarían el
diablo y el ángel, y pudo haber un mudanza de "degolláu"
como en Sariñena, y con danzas guerreras de ejecución de
un jefe, seguramente muy viejas. El que el baile sea nocturno, con teas
y en plenilunio puede ponerlo en relación con el culto lunar y ritos
agrícolas. Todos estos elementos serían estructurados en
el siglo XVIII y el diablo se confundiría con el "bastonero" del
baile de salón que da las instrucciones para la contradanza, en
tanto que como tal diablo es aniquilado. Solamente lo pintoresco de los
trajes, desusados, como lo es el baile mismo, único en Aragón,
puede ponerlo en relación con danzas macabras o de la muerte. (Antonio
Beltrán Martínez)
|