Antiguamente, el lugar se
denominó Cabrafuente o Cabrafuentes, unas veces en singular y otras
en plural, pero tal denominación no parecía satisfacer a
los vecinos porque se prestaba a bromas de mal gusto, y así lograron
en 1717 que le cambiaran el nombre y pasó a llamarse Cubo de la
Fuente. Finalmente, por contracción, desde 1834, se quedó
en Cabolafuente y todos tan contentos.
Fue sobrecullida de Tarazona
y de Calatayud,
respectivamente, y luego vereda y corregimiento de esta última ciudad.
Aparace con Ayuntamiento propio en 1834, precisamente cuando adoptó
el bautismo definitivo de Cabolafuente, dependiente del partido judicial
de Ateca,
primero, y del de Calatayud
a partir de 1965. La reestructuración judicial, con la supresión
de muchos juzgados, impuso esos cambios.
Como aldea de Ariza,
era propiedad del rey, y así consta ya en 1295. El 31 de marzo de
1381, Pedro IV vendió el casillo y villa de Ariza,
con su aldea de Cabolafuente, a Guillermo de Palafox, y el 21 de diciembre
de 1436, Antonio de Palafox vendió Cabolafuente a Juan de Funes.
Sin embargo, casi un siglo más tarde, en 1512, el lugar aparece
de nuevo propiedad de los
Palafox, en esta caso de Juan, y al parecer ya no salió de manos
de la familia, pues Labaña dejó constancia, en 1610, de que
Cabolafuente era de Francisco de Palafox, señor de Ariza.
(Alfonso Zapater Gil)
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