Villa de la provincia de
Zaragoza, a 80 kilómetros de la capital, con una extensión
de 13,2 kilómetros cuadrados. Temperatura media anual 12,7 grados
C; precipitación anual, 460 mm. Se sitúa en el Sistema
Ibérico aragonés, en el valle del Aranda,
transversal al eje del Jalón,
a 553 metros de altitud. En 1999 contaba con 2.032 habitantes. Es un municipio
progresivo desde el punto de vista demográfico: en 1900 tenía
1.437 habitantes, y en 1975, 1.975 habitantes. Tan sólo de 1930
a 1960 denota una cierta regresión.
Esta evolución demográfica
obedece a la estructura de su economía, ya que, a diferencia de
otros núcleos aragoneses de semejante población, no tiene
una base agraria sino industrial. La agricultura constituye una actividad
secundaria, compartida en muchas ocasiones con el trabajo en la industria.
Las tierras cultivadas ocupan un 40% de su extensión. Predomina
el cereal seguido de la vid, siendo muy exiguo el espacio dedicado a frutales
y olivo.
La industria proporciona
al núcleo los mayores beneficios; su tradición histórica
es fuerte. Su origen está vinculado a los curtidos, teniendo así
en principio una relación con la agricultura en función del
cultivo del
zumaque, necesario para esa función industrial (siglo XVIII).
A principios del siglo XIX la dificultad de salida de las pieles hacia
el exterior (guerra de la Independencia) impuso un cambio de orientación
de la industria, dedicándose a la fabricación de zapatos.
En el cabreo de 1835 se contabilizan 99 zapateros con una producción
de 80.390 pares de calzado. Resurgen los curtidos a mediados del siglo
XIX, para decaer definitivamente a finales del mismo como consecuencia
del cambio de uniforme militar, restringiéndose la utilización
del cuero, y la competencia de los curtidos catalanes en el mercado nacional.
De esta forma, en la actualidad la actividad industrial se reduce al calzado
y a pequeños complementos (cordones, envases, etcétera).
Dominan las pequeñas fábricas, con un fuerte porcentaje de
mano de obra femenina. (Carmen Chueca Diago)
Hay quien asegura que el
origen del nombre de Brea es judío y vine de "ebrea". Celebra sus
fiestas el 25 de julio y el 7 de octubre.
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