Villa de la provincia de
Zaragoza (a 100 km. de la capital), perteneciente a la Comunidad
de Calatayud, cabeza de partido judicial hasta la reforma de 1965,
en que fue anexionado al de Calatayud.
Se encuentra situada en el cruce del eje del Jalón,
que discurre de oeste a este, con el transversal formado por el Manubles,
afluente por la izquierda, y el Mesa-Piedra,
afluente por la derecha. Su emplazamiento concreto (a 603 m. de altura)
es la orilla izquierda del Jalón,
justo en el interior de la confluencia con el Manubles,
lo que en el pasado facilitó la defensa de la población.
(Temperatura media anual, 13,5º; 380 mm. De precipitación anual.)
El plano está condicionado
por el emplazamiento y en la actualidad tiende a alargarse según
el eje viario principal, que es la carretera Madrid a Zaragoza. Su población
de hecho era en 1860 de 3.786 habitantes, en 1900 de 3.183 habitantes,
en 1950 de 3.369 habitantes y en 1999 de 2.126 habitantes. La emigración
se ha acentuado desde 1950, provocando un envejecimiento de la población,
que, si en 1860 tenía 25 años de media, en 1970 superaba
los 36 (18% de la población con más de 60 años). En
el decenio 1961-70 la tasa de natalidad fue de 12,4% y la de mortalidad
del 11,7 %o.
La función comercial
y de servicios se encuentra mermada por su proximidad a Calatayud
(14 km.), y ha ido perdiendo entidad su área de influencia, a medida
que las líneas de autobuses han ido acercando los pueblos del valle
del Manubles
y del Mesa-Piedra
a la capital bilbilitana. En el siglo XIX su comercio contaba con tiendas
de paños, quincalla, lienzos y telas y abacería; en 1842
se le concedió una feria anual. En la actualidad dispone de un buen
número de licencias comerciales y varias oficinas bancarias. La
función industrial cuenta como fabricación principal la del
chocolate: existen dos fábricas, la "Hueso", con una red comercial
extendida por toda España; y otra más pequeña, "Atienza".
Hay, además, una fábrica de muebles.
Desde la carretera, Ateca
parece apiñar su caserío sobre una especie de espolón.
La antigua "Teca" de los árabes maravilla por sus torres mudéjares:
una de ellas, la del Reloj, levantada sobre un torreón de la antigua
fortaleza, en el siglo XVI, y la otra, la de Santa María, correspondiente
sin duda a la antigua mezquita árabe. El casco urbano tiene traza
medieval en muchos casos, aunque sobresale el mudejarismo. Destaca el edificio
renacentista aragonés destinado a casa consistorial, en la parte
baja del pueblo, abriéndose a la gran explanada de la plaza de España.
Ateca lleva fama por sus
industrias de chocolate y mobiliario, entre otras también de importantes.
Celebra fiestas el 3 de febrero, en honor de San Blas, y las patronales
de la Virgen de la Peana, el 8 de septiembre. Hay dance.
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