Situado sobre un monte en cuya ladera se asienta la población,
del castillo de Ariza, tan sólo quedan algunos
tramos de muralla
Fue uno de los castillos
más importantes de la frontera con Castilla, siendo nombrado en
la crónica de al-Udri y en el Cantar
del Mio Cid. Fue conquistado por Alfonso
I en 1120, poniéndolo bajo gobierno de tenentes.
La primera mención
de Ariza y su castillo data de 1131, señalada como término
en el Fuero de Calatayud. En 1175 pertenecía al señorío
de Beltrán de Santa Cruz, caballero descendiente de Santa Cruz de
Serós, señor de Teruel, Alcañiz, Luesia y Ariza.
En este castillo el rey Alfonso
II hizo donación del castillo de Alcañiz a la orden de Calatrava,
sustituyendo a los señores por comendadores.
Fue empeñado por Pedro
II en 1200 a Pedro Fernández "el Castellano" para así reducir
la crisis económica que le trajo su esplendidez para con la nobleza.
Tras su vuelta a la Corona, en 1278 Pedro III mandó fortificarlo
a Gonzalo de Funes con cargo al erario real. El 1303 fue lugar donde se
celebró la entrevista de Jaime II con el infante Juan Manuel y Diego
López de Haro, partidario de Alfonso de la Cerda contra Fernando
IV de Castilla. Durante la guerra
de los dos Pedro fue tomado por los castellanos en 1362, poco después
de firmar la paz de Terrer
y sin mediar ningún desafío, como era táctica habitual
de Pedro I. Tras su recuperación Pedro IV lo vendió en 1381
a Guillén de Palafox por 30.000 sueldos, siendo atacado en 1475
por el conde de Medinaceli.
Fortaleza de gran extensión
que ocupaba plenamente la meseta de un monte en cuya ladera se asienta
la población. Su planta era muy irregular y debió estar estructurada
en varios recintos concéntricos, encerrando entre sus muros una
superficie de unos cinco mil metros cuadrados. La desaparecida torre del
Homenaje estaba situada sobre un espigón natural que avanza sobre
el caserío. Hoy, los restos del legendario castillo sólo
se componen de algunos tramos de las murallas exteriores adheridos a la
falda de la montaña.
Del palacio marquesal, que
esta situado en la meseta, no queda rastro. ( Aurelio Cabañas Boyano)
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