En la iglesia
parroquial de la Asunción, se conservan varios retablos de interés,
recogidos todos ellos por Abbad Ríos en su Catálogo monumental
de Zaragoza. El de la Virgen del Pilar es uno de los más modernos,
ya que data del siglo XVIII, al igual que el dedicado a San Ramón
Nonato, que se realza con un hermoso lienzo de escuela aragonesa. El de
la capilla del Sagrado Corazón corresponde al siglo XVI; conserva
cuatro relicarios, entre los que destaca uno, espléndido, de la
Virgen con el Niño. El retablo de la Sagrada Familia está
fechado en 1697, y además del lienzo de los titulares muestra los
bustos de los mártires pintados en el banco, con la Flagelación
de remate. La mazonería está formada por columnas salomónicas
y frontones curvos partidos. El retablo mayor, de madera, procede de principios
del siglo XVII, obra del Renacimiento, con ligeros atisbos barrocos. La
arquitectura está compuesta de columnas corintias decoradas en espiral
o frontones curvos partidos, más entablamientos decorados con cartelas
y cabezas de angelitos; también el sagrario es interesante, aunque
se trata de obra posterior, con columnas salomónicas y cierre a
base de media naranja recubierta de escamas; la escultura la integran
grupos de la Asunción y el Nacimiento en el banco, de la Virgen
titular, San José con el Niño, San Juan Bautista, la Asunción
de la Virgen y San Juan y las tres virtudes teologales. El retablo de San
Antonio Abad es, asimismo, de madera tallada, del siglo XVII, idéntico
en estructura y disposición al de San Roque. Quedan, por último,
el retablo de la Virgen y la capilla de Santa Teresa. El primero, del siglo
XVII, y la segunda, del XVIII, esta última con cúpula decorada
con un fresco representando ángeles entre nubes, obra de algún
artista influido por Bayeu. Curioso es el lienzo que recoge a personajes
celestiales en reunión insólita: las Vírgenes del
Pilar, de la Sierra y de los Remedios y San Roque y Santiago. Es de escuela
aragonesa, del año 1673.
Forzoso es reparar en la
orfebrería, que ofrece singular interés. La custodia procesional
del templete es de plata, con pie estrellado y lobulado, decorado con temas
florales repujados, astil arquitectónico con dos nudos de tracerías
góticas caladas y fundidas. Asimismo, el templete arquitectónico
es también de estilo gótico, con sus contrafuertes arbotantes,
pináculos y doseletes; bajo estos, dos ángeles fundidos y
remate en cruz. Viril cilíndrico, decorado con una crestería
formada por flores de lis. La obra corresponde a los últimos años
del siglo XV y lleva punzón de Zaragoza. Hay también una
custodia de plata en su color, en forma de sol y pie ovalado, que luce
decoración de hojas grabadas a buril y repujado muy suave, astil
con una decoración parecida a la indicada e idéntica técnica;
la caja del buril está adornada por nubes con cabecitas de ángeles,
rodeada de rayos y estrellas, obra de mediados del siglo XVIII. Abbad Ríos
concluye así su descripción de la orfebrería parroquial.
"Cruz procesional de plata en su color, con partes doradas, nudo cilíndrico
decorado con las cabecitas de los apóstoles repujadas, asitas fundidas
y mascarones. Los brazos decorados con cantelas trazadas a buril, medallones
circulares con los evangelistas, la Virgen, San Juan y Adán. En
los extremos, rombos con decoración floral repujada. En el anverso,
imagen de Cristo agonizante, y en el reverso, Virgen en pie con el Niño
en los brazos, fundidos. En los bordes, crestería renacentista.
Obra de la primera mitad del siglo XVI. Cruz de altar, de plata en su color,
pie ovalado con decoración de cartelas grabadas a buril, astil en
forma de jarrón y los brazos de tracería: obra de principios
del siglo XVII. Punzón de Calatayud.
Relicario de San Pedro Arbués, en forma de espejo, pie circular
y acampanado, con decoración repujada y cincelada. Astil en forma
de jarrón. El cuerpo del relicario, decorado con un fuerte repujado
formando guirnaldas de flores, cabecitas de ángel y en el centro
del reverso medallón con el busto de San Pablo. Está fechado
en 1805, y tiene un punzón de Cardiel. Relicario en forma de espejo,
pie circular acampanado. Es muy semejante al anterior. Tiene punzón
de Cardiel". (Alfonso Zapater Gil)
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